Una insignia de amor en la solapa,
tope de guapa,
tope de guapa,
unos labios así de escandalosos,
pechos rumbosos,
pechos rumbosos,
te encontré y me encontraste: eras Adela,
vuela que vuela.
Cinco días duró el revoloteo
de tu deseo
por mi deseo,
cinco noches celestes, cinco instantes
de dos amantes.
Y una fiesta de luz alborotada
cada mirada.
Tú, la gracia resuelta sobre el mapa,
tope de guapa,
tope de guapa,
yo, la envidia del mar y otros curiosos,
pechos golosos,
pechos golosos.
Y escuché un son de paz y castañuelas:
el son de Adela.
Fue preciso que hicieras algún feo
a mi deseo
de tu deseo,
son los gestos un poco extravagantes
de dos amantes
que también quieren verse la mirada
algo enfadada.
Yo, pegado a tu piel como una lapa,
tope de guapa,
tope de guapa,
tú, abrazando los días perezosos,
pechos mimosos,
pechos mimosos.
Y por el verbo amar a toda vela
los dos, Adela.
Cinco días al sol y al balanceo
de mi deseo
con tu deseo,
cinco siestas con cinco interrogantes
de dos amantes.
Y un azul para siempre en la mirada,
ahora embobada.
No es que llore, es tu ausencia que me empapa,
tope de guapa,
tope de guapa.
Este año va a ser de los lluviosos,
pechos airosos,
pechos airosos.
¿Qué le vamos a hacer tú y yo, Adela,
que no nos duela?
Si este encuentro a la hora del recreo
fue tu deseo,
fue mi deseo,
que el deber sufra p***to los desplantes
de dos amantes.
Que te quiero reciente. Y tu mirada
aquí en mi almohada.
Aquí en mi almohada.
(Javier Krahe)
tope de guapa,
tope de guapa,
unos labios así de escandalosos,
pechos rumbosos,
pechos rumbosos,
te encontré y me encontraste: eras Adela,
vuela que vuela.
Cinco días duró el revoloteo
de tu deseo
por mi deseo,
cinco noches celestes, cinco instantes
de dos amantes.
Y una fiesta de luz alborotada
cada mirada.
Tú, la gracia resuelta sobre el mapa,
tope de guapa,
tope de guapa,
yo, la envidia del mar y otros curiosos,
pechos golosos,
pechos golosos.
Y escuché un son de paz y castañuelas:
el son de Adela.
Fue preciso que hicieras algún feo
a mi deseo
de tu deseo,
son los gestos un poco extravagantes
de dos amantes
que también quieren verse la mirada
algo enfadada.
Yo, pegado a tu piel como una lapa,
tope de guapa,
tope de guapa,
tú, abrazando los días perezosos,
pechos mimosos,
pechos mimosos.
Y por el verbo amar a toda vela
los dos, Adela.
Cinco días al sol y al balanceo
de mi deseo
con tu deseo,
cinco siestas con cinco interrogantes
de dos amantes.
Y un azul para siempre en la mirada,
ahora embobada.
No es que llore, es tu ausencia que me empapa,
tope de guapa,
tope de guapa.
Este año va a ser de los lluviosos,
pechos airosos,
pechos airosos.
¿Qué le vamos a hacer tú y yo, Adela,
que no nos duela?
Si este encuentro a la hora del recreo
fue tu deseo,
fue mi deseo,
que el deber sufra p***to los desplantes
de dos amantes.
Que te quiero reciente. Y tu mirada
aquí en mi almohada.
Aquí en mi almohada.
(Javier Krahe)