En el margen de mi vida
sólo quedan los despojos,
lágrimas de color negro
que me oscurecen los ojos.
Qué más da si caigo al suelo,
qué mas da si me levanto,
buscando un rincón oscuro
para no escuchar mi llanto,
¿dónde se quedó el poeta
que buscaba su anarquía,
que tenía tanta jeta,
que siempre sonreía?
Sólo me queda un cigarro,
una voz medio rajada,
una guitarra que suena
que poco a poco se apaga,
sólo me queda esperanza
de seguir gritando libre,
mientras mi alma hecha jirones
sigue estando condenada.
¿Qué más da si caigo al suelo
y no me sigo levantando?
Si tirado boca arriba
prefiero seguir llorando.
Camino en noches sin luna
en que sólo bebo vino,
y que más da el color del fango,
negro como mi destino.
Sólo me queda un cigarro,
una voz medio rajada,
una guitarra que suena
que poco a poco se apaga,
sólo me queda esperanza
de seguir gritando libre,
mientras mi alma hecha jirones
sigue estando condenada.
sólo quedan los despojos,
lágrimas de color negro
que me oscurecen los ojos.
Qué más da si caigo al suelo,
qué mas da si me levanto,
buscando un rincón oscuro
para no escuchar mi llanto,
¿dónde se quedó el poeta
que buscaba su anarquía,
que tenía tanta jeta,
que siempre sonreía?
Sólo me queda un cigarro,
una voz medio rajada,
una guitarra que suena
que poco a poco se apaga,
sólo me queda esperanza
de seguir gritando libre,
mientras mi alma hecha jirones
sigue estando condenada.
¿Qué más da si caigo al suelo
y no me sigo levantando?
Si tirado boca arriba
prefiero seguir llorando.
Camino en noches sin luna
en que sólo bebo vino,
y que más da el color del fango,
negro como mi destino.
Sólo me queda un cigarro,
una voz medio rajada,
una guitarra que suena
que poco a poco se apaga,
sólo me queda esperanza
de seguir gritando libre,
mientras mi alma hecha jirones
sigue estando condenada.