José A. Morales (Colombia)
Dizque no me quieres porque soy humilde,
porque nada valgo, porque nada tengo;
porque mis pasiones son menos que el polvo
que inconscientemente cada rato vuelan.
Humilde fue el dulce Jesús Nazareno,
cubierto de llagas de fe y de tristeza.
Humilde se esconde por entre las zarzas
la débil violeta.
Humilde es el agua que baja cantando
de las altas peñas.
Y tú, la soberbia, luces las violetas
y bebes el agua y a Jesús le pides.
Dizque no me quieres porque soy humilde,
porque nada valgo, porque nada tengo (bis).
Dizque no me quieres porque soy humilde,
porque nada valgo, porque nada tengo;
porque mis pasiones son menos que el polvo
que inconscientemente cada rato vuelan.
Humilde fue el dulce Jesús Nazareno,
cubierto de llagas de fe y de tristeza.
Humilde se esconde por entre las zarzas
la débil violeta.
Humilde es el agua que baja cantando
de las altas peñas.
Y tú, la soberbia, luces las violetas
y bebes el agua y a Jesús le pides.
Dizque no me quieres porque soy humilde,
porque nada valgo, porque nada tengo (bis).