¿Ves esa vieja escuálida y horrible?
Pues óye; aunque parézcate imposible,
fue la mujer más bella entre las bellas;
el clavel envidió sus labios rojos,
y ante la luz de sus divinos ojos
vacilaron el sol y las estrellas.
(bis)
Y hoy... ¿quién puede quererla? ¿Quién un beso
podrá darle con tímido embelezo?
¡Yo! -me dijo un extraño que me oía-
Yo que por ella en la existencia lucho,
que soy feliz cuando su voz escucho...
¡Esa vieja es la hermosa madre mía!
(bis)
(añadido por jcadavma)
Pues óye; aunque parézcate imposible,
fue la mujer más bella entre las bellas;
el clavel envidió sus labios rojos,
y ante la luz de sus divinos ojos
vacilaron el sol y las estrellas.
(bis)
Y hoy... ¿quién puede quererla? ¿Quién un beso
podrá darle con tímido embelezo?
¡Yo! -me dijo un extraño que me oía-
Yo que por ella en la existencia lucho,
que soy feliz cuando su voz escucho...
¡Esa vieja es la hermosa madre mía!
(bis)
(añadido por jcadavma)