Sin voz ni identidad,
no sé ni qué eres tú,
pero siempre apareces,
en la estrofa de una historia estás,
en la esquina de una calle,
rodeada de sonrisa y luz.
Lo sé, no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad.
¿Qué nombre te hará girar?
¿Qué hacer para no ser cristal?
Apareciste como siempre
desfilando entre la multitud,
la calle como alfombra roja
agarrada al brazo de él.
Lo sé, no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad.
Dios sabe que me esforcé,
adiós estrofa, adiós.
Y ahora no sé si escribirte
o c**par a la imaginación,
no sé si deseo salvarte
o dejarte morir en canción.
Lo sé, no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
oportunidad,
oportunidad,
oportunidad,
oportunidad ...
no sé ni qué eres tú,
pero siempre apareces,
en la estrofa de una historia estás,
en la esquina de una calle,
rodeada de sonrisa y luz.
Lo sé, no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad.
¿Qué nombre te hará girar?
¿Qué hacer para no ser cristal?
Apareciste como siempre
desfilando entre la multitud,
la calle como alfombra roja
agarrada al brazo de él.
Lo sé, no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad.
Dios sabe que me esforcé,
adiós estrofa, adiós.
Y ahora no sé si escribirte
o c**par a la imaginación,
no sé si deseo salvarte
o dejarte morir en canción.
Lo sé, no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
no hay oportunidad,
oportunidad,
oportunidad,
oportunidad,
oportunidad ...