Mi majestad se ha vuelto loca.
Mi sangre azul ahora es roja.
Todos cuestionan mi pedigrí.
Los siervos de la gleba se ríen de mí.
Ya no me gusta vivir en palacio
porque han prohibido azotar a los criados.
Dicen que la corte está depravada
y no me dejan ejercer el derecho de pernada.
Han borrado mi escudo de la bandera.
Mi cara no sale en las monedas.
La foto oficial no está en los colegios.
Y encima pretenden que pague impuestos.
Mi majestad se ha vuelto loca.
Mi sangre azul ahora es roja.
Todos cuestionan mi pedigrí.
Los siervos de la gleba se ríen de mí.
La gente me toma por el pito del sereno.
Se mofa de mí el Parlamento.
Porque en el fondo lo que quieren
es que me exilie a Lienchtenstein.
No salgo con el Himno por televisión.
Se me sube a la chepa el bufón.
El Vaticano no me da indulgencias
y ya no viene ni Dios a mis audiencias.
Me cambio de s**o, me cambio de trabajo,
y cambio mi reino por un poco de caballo.
DIOS SALVE A MI PERSONA.
Desde pequeño me ha fascinado
el ambiente cargante de los gimnasios.
Tíos en gallumbos, sobacos sudados,
pelos negros retorcidos en el baño.
Me gustan los hombres vestidos de romano,
barracones llenos de mozos de reemplazo.
Los besos y abrazos que se dan los futbolistas
y los niños que cantan en misa.
Quiero ser condenado a galeras,
torsos desnudos, tatuajes, melenas,
latigazos, torturas, muchas collejas
y un gran rabo entre las piernas.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
Me gustan las mujeres, o al menos éso creo.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
Seré policía como mi padre,
pantalón de cuero y nalgas al aire.
Cachear travestis y pajilleros,
confiscar pelucas, ponérmelas luego.
Iré a Estambul a ser traficante.
Seré condenado a mil años de cárcel.
Compartir celda con guardias y sicarios.
Prefiero un penal turco a cualquier balneario.
Sueño con Mel Gibson recogiendo un duro
y con diez luchadores de sumo desnudos.
En las cuatro esquinas que tiene mi cama
tengo cuatro chaperos montando guardia.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
Me gustan las mujeres, o al menos éso creo.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
La calle está llena de gente que grita,
asustan a las viejas y queman oficinas.
La calle está llena de gente mosqueada
porque todo es aburrido y nunca pasa nada.
Unete a nosotros, ven con Def Con Dos.
Somos los sin patria, los sin hígado y sin dios.
Unete a nosotros, ven con Def Con Dos.
En todas partes ocurre algo raro,
arden papeleras, revienta el estado.
Niños sin madre saquean los bancos
y roban recetas a los jubilados.
Unete a nosotros, ven con Def Con Dos.
Somos los sin patria, los sin hígado y sin dios.
Unete a nosotros, ven con Def Con Dos.
Mi sangre azul ahora es roja.
Todos cuestionan mi pedigrí.
Los siervos de la gleba se ríen de mí.
Ya no me gusta vivir en palacio
porque han prohibido azotar a los criados.
Dicen que la corte está depravada
y no me dejan ejercer el derecho de pernada.
Han borrado mi escudo de la bandera.
Mi cara no sale en las monedas.
La foto oficial no está en los colegios.
Y encima pretenden que pague impuestos.
Mi majestad se ha vuelto loca.
Mi sangre azul ahora es roja.
Todos cuestionan mi pedigrí.
Los siervos de la gleba se ríen de mí.
La gente me toma por el pito del sereno.
Se mofa de mí el Parlamento.
Porque en el fondo lo que quieren
es que me exilie a Lienchtenstein.
No salgo con el Himno por televisión.
Se me sube a la chepa el bufón.
El Vaticano no me da indulgencias
y ya no viene ni Dios a mis audiencias.
Me cambio de s**o, me cambio de trabajo,
y cambio mi reino por un poco de caballo.
DIOS SALVE A MI PERSONA.
Desde pequeño me ha fascinado
el ambiente cargante de los gimnasios.
Tíos en gallumbos, sobacos sudados,
pelos negros retorcidos en el baño.
Me gustan los hombres vestidos de romano,
barracones llenos de mozos de reemplazo.
Los besos y abrazos que se dan los futbolistas
y los niños que cantan en misa.
Quiero ser condenado a galeras,
torsos desnudos, tatuajes, melenas,
latigazos, torturas, muchas collejas
y un gran rabo entre las piernas.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
Me gustan las mujeres, o al menos éso creo.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
Seré policía como mi padre,
pantalón de cuero y nalgas al aire.
Cachear travestis y pajilleros,
confiscar pelucas, ponérmelas luego.
Iré a Estambul a ser traficante.
Seré condenado a mil años de cárcel.
Compartir celda con guardias y sicarios.
Prefiero un penal turco a cualquier balneario.
Sueño con Mel Gibson recogiendo un duro
y con diez luchadores de sumo desnudos.
En las cuatro esquinas que tiene mi cama
tengo cuatro chaperos montando guardia.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
Me gustan las mujeres, o al menos éso creo.
Pero, a pesar de todo, sigo siendo heterosexual.
La calle está llena de gente que grita,
asustan a las viejas y queman oficinas.
La calle está llena de gente mosqueada
porque todo es aburrido y nunca pasa nada.
Unete a nosotros, ven con Def Con Dos.
Somos los sin patria, los sin hígado y sin dios.
Unete a nosotros, ven con Def Con Dos.
En todas partes ocurre algo raro,
arden papeleras, revienta el estado.
Niños sin madre saquean los bancos
y roban recetas a los jubilados.
Unete a nosotros, ven con Def Con Dos.
Somos los sin patria, los sin hígado y sin dios.
Unete a nosotros, ven con Def Con Dos.