Una vez, mi mundo fue capaz
de estar más de cien días sin girar,
sin moverse.
En esa quietud
estuvo, así,
sin avanzar.
Y sin embargo,
sé que al arrancar se puso a mil
y que ya nadie lo podrá parar,
por mucho que lo intenten, no.
No, ni aunque me mandes un misil,
ni con un rayo paralizador,
ni aunque venga una era glacial.
Dicen que el amor
te puede destrozar,
pero también puede recomponer
los trozos rotos.
Puede que esta vez
mi mundo pueda estar
dando infinitas vueltas sin parar,
y que así siga.
Porque éste es mi momento,
y tú ya no puedes hacer nada
para detenerlo.
Sé que al arrancar se puso a mil
y que ya nadie lo podrá parar,
por mucho que lo intentes, no.
No, ni aunque me mandes un misil,
ni con un rayo paralizador,
ni aunque venga una era glacial,
ni aunque veas la tierra estallar.
de estar más de cien días sin girar,
sin moverse.
En esa quietud
estuvo, así,
sin avanzar.
Y sin embargo,
sé que al arrancar se puso a mil
y que ya nadie lo podrá parar,
por mucho que lo intenten, no.
No, ni aunque me mandes un misil,
ni con un rayo paralizador,
ni aunque venga una era glacial.
Dicen que el amor
te puede destrozar,
pero también puede recomponer
los trozos rotos.
Puede que esta vez
mi mundo pueda estar
dando infinitas vueltas sin parar,
y que así siga.
Porque éste es mi momento,
y tú ya no puedes hacer nada
para detenerlo.
Sé que al arrancar se puso a mil
y que ya nadie lo podrá parar,
por mucho que lo intentes, no.
No, ni aunque me mandes un misil,
ni con un rayo paralizador,
ni aunque venga una era glacial,
ni aunque veas la tierra estallar.