Tango
Música: Pascual Mazzeo
Letra: Eugenio Cárdenas
Cada vez que la miseria
golpea en alguna puerta,
pienso como desconcierta
la suerte con su vaivén,
y desfilan por mi vista
los dramas rudos fatales,
de aquellos que en los umbrales
enseñan su desnudez.
Mudo de pena me quedo
cuando llega la pobreza
hasta la mísera pieza
de un pobre trabajador,
y quisiera que mi vida
en oro se convirtiera
para que nadie bebiera,
las hieles del sinsabor.
Quién sabe qué triste historia
hay en cada dolorido
qué sufrimiento escondido
guardan en su corazón,
quién sabe si no vivieron
horas de bella dulzura
y, hoy lloran la desventura
de alguna muerta ilusión.
Y al mirar tanto infortunio
mi angustia fatal es tanta
que el alma se me quebranta
de ver tanto padecer,
es que yo sufro y me abato
frente al destino tirano
y ante el sufrir de un hermano
quisiera llorar con él.
Música: Pascual Mazzeo
Letra: Eugenio Cárdenas
Cada vez que la miseria
golpea en alguna puerta,
pienso como desconcierta
la suerte con su vaivén,
y desfilan por mi vista
los dramas rudos fatales,
de aquellos que en los umbrales
enseñan su desnudez.
Mudo de pena me quedo
cuando llega la pobreza
hasta la mísera pieza
de un pobre trabajador,
y quisiera que mi vida
en oro se convirtiera
para que nadie bebiera,
las hieles del sinsabor.
Quién sabe qué triste historia
hay en cada dolorido
qué sufrimiento escondido
guardan en su corazón,
quién sabe si no vivieron
horas de bella dulzura
y, hoy lloran la desventura
de alguna muerta ilusión.
Y al mirar tanto infortunio
mi angustia fatal es tanta
que el alma se me quebranta
de ver tanto padecer,
es que yo sufro y me abato
frente al destino tirano
y ante el sufrir de un hermano
quisiera llorar con él.