Tango
Música: Guillermo Barbieri
Letra: José Rial (h)
Pasa por mis barrios, un hombre barbudo
marcando la pena de su soledad
y por las facciones de su rostro rudo
se observan los rasgos de temprana edad.
Se hacen comentarios en favor de su alma,
dicen que fue bueno, generoso y fiel.
Presenta apariencias, de llevar con calma
una vida brava, misteriosa y cruel.
Hombre misterioso
que pasas de largo
nuca tu tristeza
nos querés contar;
a pesar de todo
yo sé, sin embargo,
la melancolía
que te tiene mal.
Mirando la ruina de tu hogar deshecho
ves la vida clara y pensás mejor,
el "Pebete Blanco" que adornó tu lecho
y la "Nube Negra" que eclipsó tu sol.
Bendita la calma, que con gran acierto,
infunde en tu férrea voluntad,
y en el duro trance de tu mal momento,
es la compañera de tu soledad.
Vaga por las calles
Misteriosamente,
nadie su desdicha
logrará saber,
carece de amigos,
vive pobremente;
su pena más honda
se llama... ¡mujer!
Música: Guillermo Barbieri
Letra: José Rial (h)
Pasa por mis barrios, un hombre barbudo
marcando la pena de su soledad
y por las facciones de su rostro rudo
se observan los rasgos de temprana edad.
Se hacen comentarios en favor de su alma,
dicen que fue bueno, generoso y fiel.
Presenta apariencias, de llevar con calma
una vida brava, misteriosa y cruel.
Hombre misterioso
que pasas de largo
nuca tu tristeza
nos querés contar;
a pesar de todo
yo sé, sin embargo,
la melancolía
que te tiene mal.
Mirando la ruina de tu hogar deshecho
ves la vida clara y pensás mejor,
el "Pebete Blanco" que adornó tu lecho
y la "Nube Negra" que eclipsó tu sol.
Bendita la calma, que con gran acierto,
infunde en tu férrea voluntad,
y en el duro trance de tu mal momento,
es la compañera de tu soledad.
Vaga por las calles
Misteriosamente,
nadie su desdicha
logrará saber,
carece de amigos,
vive pobremente;
su pena más honda
se llama... ¡mujer!