Eres como un sinapismo,
como un calendario,
como el tilo negro,
y yo también,
y yo también.
Eres como las rebajas
como una ventosa,
como un periodista,
y yo también,
y yo también.
Somos como dos cuchillos,
como un par de hachas,
como cucarachas,
en el fondo de tazas de té o de café.
Qué pena que no lo ves.
Eres un tacón de aguja,
un arrepentimiento
que no viene a cuento,
y yo también,
y yo también.
Somos como dos cuchillos,
como un par de hachas,
como cucarachas,
en el fondo de tazas de té o de café.
Qué pena ...
qué pena ...
qué pena que no lo ves.
Y yo también,
y yo también.
Y yo también,
y yo también.
Qué pena que no lo ves.
Qué pena que no lo ves.
como un calendario,
como el tilo negro,
y yo también,
y yo también.
Eres como las rebajas
como una ventosa,
como un periodista,
y yo también,
y yo también.
Somos como dos cuchillos,
como un par de hachas,
como cucarachas,
en el fondo de tazas de té o de café.
Qué pena que no lo ves.
Eres un tacón de aguja,
un arrepentimiento
que no viene a cuento,
y yo también,
y yo también.
Somos como dos cuchillos,
como un par de hachas,
como cucarachas,
en el fondo de tazas de té o de café.
Qué pena ...
qué pena ...
qué pena que no lo ves.
Y yo también,
y yo también.
Y yo también,
y yo también.
Qué pena que no lo ves.
Qué pena que no lo ves.