Recorrió con la mirada
las esquinas del papel
y una puerta dibujada
se abriría para él,
descubriendo al otro lado
y más allá de lo que alcanza a ver
los caminos infinitos
infinitos a sus pies.
Se amontonan tantos años
uno a uno, diez a diez,
la luz de la mesilla
ilumina hoy letras de ayer.
De las anchas calles
al estrecho callejón;
del mechero al primer fuego,
de la cima al socabón.
Hay caminos infinitos.
Para encontrar
otra luz de cruce
otra señal de bus;
recuperar
cada uno su razón
y mi desordenada habitación.
Un camino de adentraba
en los campos que soñé.
Con él otro se cruzaba,
el camino del saber.
Y yo en la encrucijada
busco la respuesta a un por qué.
Busco el camino infinito
el que va desde el nueve al diez.
las esquinas del papel
y una puerta dibujada
se abriría para él,
descubriendo al otro lado
y más allá de lo que alcanza a ver
los caminos infinitos
infinitos a sus pies.
Se amontonan tantos años
uno a uno, diez a diez,
la luz de la mesilla
ilumina hoy letras de ayer.
De las anchas calles
al estrecho callejón;
del mechero al primer fuego,
de la cima al socabón.
Hay caminos infinitos.
Para encontrar
otra luz de cruce
otra señal de bus;
recuperar
cada uno su razón
y mi desordenada habitación.
Un camino de adentraba
en los campos que soñé.
Con él otro se cruzaba,
el camino del saber.
Y yo en la encrucijada
busco la respuesta a un por qué.
Busco el camino infinito
el que va desde el nueve al diez.