Suelto mis palabras.
Polillas en la casa, vacía sin ti.
Sólo digo
para el que lo quiera, lo quiera oír
que ahora mismo puedo escuchar,
con un vuelco de mi corazón,
el sonido de cada hoja
desprendiéndose del árbol.
En otoño, en otoño, en otoño.
Algunas veces
en que uno es igual a cero y no más
es cuando me acuerdo
de ti, de mi vacío y de tu voz.
Porque ahora mismo puedo escuchar
cada latido de mi corazón,
como el ritmo de una canción
que nunca empieza a sonar.
En otoño, en otoño, en otoño.
Ven y dime
si al menos tengo en tu mente un lugar pequeñito.
Ven a mi lado
porque ahora siento que podría no haber nacido.
Porque ahora mismo puedo escuchar
el rugido de las aves
y ver al hombre que nace viejo
y muere en el vientre de su madre.
En otoño, en otoño, en otoño.
Poco a poco
la casa se ha ido quedando sin luz.
Me pregunto
qué estarás haciendo en este momento tú.
Todos se han ido.
En la casa vacía me he quedado yo.
Miro por la ventana.
A veces eso ayuda
y a veces no.
Hoy no he parado de deambular
por la casa, ya sin amueblar,
y en cada rincón he podido ver
dedos señalándome.
En otoño.
Polillas en la casa, vacía sin ti.
Sólo digo
para el que lo quiera, lo quiera oír
que ahora mismo puedo escuchar,
con un vuelco de mi corazón,
el sonido de cada hoja
desprendiéndose del árbol.
En otoño, en otoño, en otoño.
Algunas veces
en que uno es igual a cero y no más
es cuando me acuerdo
de ti, de mi vacío y de tu voz.
Porque ahora mismo puedo escuchar
cada latido de mi corazón,
como el ritmo de una canción
que nunca empieza a sonar.
En otoño, en otoño, en otoño.
Ven y dime
si al menos tengo en tu mente un lugar pequeñito.
Ven a mi lado
porque ahora siento que podría no haber nacido.
Porque ahora mismo puedo escuchar
el rugido de las aves
y ver al hombre que nace viejo
y muere en el vientre de su madre.
En otoño, en otoño, en otoño.
Poco a poco
la casa se ha ido quedando sin luz.
Me pregunto
qué estarás haciendo en este momento tú.
Todos se han ido.
En la casa vacía me he quedado yo.
Miro por la ventana.
A veces eso ayuda
y a veces no.
Hoy no he parado de deambular
por la casa, ya sin amueblar,
y en cada rincón he podido ver
dedos señalándome.
En otoño.