Te acuerdas cuando éramos felices,
Que nada en éste mundo nos podía separar,
Te acuerdas que nos quisimos tanto,
Que cada beso nuestro al cielo iba a parar.
Más tarde no sé porque te fuiste,
Después por todo el mundo feliz ibas pasando,
No, ya no me quiero acordar,
Si hasta el rezo que es de Dios,
Me sabe a amargo.
Lograste hundirme hasta el final,
Ya estoy hasta donde ya,
Ya no se puede,
Jugué mi vida y la perdí,
Maldito sea tu amor que aún me hiere.
Y ahora te atreves a pedirme,
Que pase el trago amargo de mirarnos las caras,
No, no se te ocurra volver,
Porque si te vuelvo a ver,
Te parto el alma.
Lograste hundirme hasta el final,
Ya estoy hasta donde ya,
Ya no se puede,
Jugué mi vida y la perdí,
Maldito sea tu amor que aún me hiere.
Y ahora te atreves a pedirme,
Que pase el trago amargo de mirarnos las caras,
No, no se te ocurra volver,
Porque si te vuelvo a ver,
Te parto el alma.
Que nada en éste mundo nos podía separar,
Te acuerdas que nos quisimos tanto,
Que cada beso nuestro al cielo iba a parar.
Más tarde no sé porque te fuiste,
Después por todo el mundo feliz ibas pasando,
No, ya no me quiero acordar,
Si hasta el rezo que es de Dios,
Me sabe a amargo.
Lograste hundirme hasta el final,
Ya estoy hasta donde ya,
Ya no se puede,
Jugué mi vida y la perdí,
Maldito sea tu amor que aún me hiere.
Y ahora te atreves a pedirme,
Que pase el trago amargo de mirarnos las caras,
No, no se te ocurra volver,
Porque si te vuelvo a ver,
Te parto el alma.
Lograste hundirme hasta el final,
Ya estoy hasta donde ya,
Ya no se puede,
Jugué mi vida y la perdí,
Maldito sea tu amor que aún me hiere.
Y ahora te atreves a pedirme,
Que pase el trago amargo de mirarnos las caras,
No, no se te ocurra volver,
Porque si te vuelvo a ver,
Te parto el alma.