Yo fui un reportero de guerra de la BBC con tres misiones,
bodas bautizos y comuniones.
Yo fui un niño soldado con función y un arma,
perseguir al padre de la novia con el piano, cuando canta Gijón del alma.
Yo fui un cronista introspectivo,
observando y apostando quien era el que peor iba vestido.
Yo me sentí peor que nunca me había sentido,
sábado tarde en el restaurante desde las cinco, pan y circo.
Con el palillo en la boca, está que explota, se desabrocha los botones,
te sienta la americana como una patada en los cojones.
Aunque la mona se vista de seda, y os estoy definiendo a todos,
comisteis como si os lo fuesen a quitar los lobos.
A las seis de la tarde todo comienza,
El vals de las mariposas, primera pieza y ya se emociona la audiencia.
El novio tres meses practicando en casa con su madre pa este momento
y parece que tiene los pies de cemento.
Acaba el vals, (plas, plas, plas, plas) y c**bia dentro, to dios a la pista,
ahora sé como se siente Mulero cuando pincha.
Las damas de honor treintañeras, que aún piensan que están buenas,
toman posiciones, de momento bailan entre ellas.
Los tíos se abalanzan sobre la barra libre,
antes que nada y después del chupito está tomar un cubalibre,
mucho mejor aún si es de gorra,
como el puro que tos esos garrulos como si fuesen señores fuman ahora.
Como la luna llena,
¿es fea la novia?, como una hiena,
tres años de carrera y ninguna que estuviera buena.
Salón Emperatriz: enlace María José y Alfredo,
en tres o cuatro horas esto va a parecer Sarajevo.
Ya apareció el tío de alguno, que en la boda ya conocen todos,
saca a menear a las viejas y baila moviendo los codos.
La pareja de modernos que van de calle,
los niños juegan con el detalle, y ya están cocíos
los amigos del novio, la peña Los torcíos.
Con el pasodoble, llega el relevo generacional,
los viejos se hacen pasos y los demás van a rellenar el vaso.
" ¡Esta canción va dedicá pal noviu y la novia!"
y los Torcíos entonan el "Alfredo, te casaste la cagaste" que emotivo,
y que dure, sino que aburrido,
estoy aquí haciendo como que toco
y alrededor todo el mundo se está volviendo loco.
Toco en la orquesta, no estoy de fiesta señora,
y mientras con disimulo y de reojo, miro la hora.
Si no fuese por los talegos, ya como todos los curros,
me iba a ir bien lejos, os lo aseguro,
sobretodo del listo de siempre con la corbata en la frente como Rambo,
no tiene desperdicio cuando bailan el mambo.
No se cansarán de rajar esas pécoras,
deberían de haber echado Tranxilium en la crema de nécoras.
Es todo una farsa, todo el mundo finge ser lo que no es:
yo finjo que disfruto con el Solton de desfase,
y la gente finge que tiene clase.
bodas bautizos y comuniones.
Yo fui un niño soldado con función y un arma,
perseguir al padre de la novia con el piano, cuando canta Gijón del alma.
Yo fui un cronista introspectivo,
observando y apostando quien era el que peor iba vestido.
Yo me sentí peor que nunca me había sentido,
sábado tarde en el restaurante desde las cinco, pan y circo.
Con el palillo en la boca, está que explota, se desabrocha los botones,
te sienta la americana como una patada en los cojones.
Aunque la mona se vista de seda, y os estoy definiendo a todos,
comisteis como si os lo fuesen a quitar los lobos.
A las seis de la tarde todo comienza,
El vals de las mariposas, primera pieza y ya se emociona la audiencia.
El novio tres meses practicando en casa con su madre pa este momento
y parece que tiene los pies de cemento.
Acaba el vals, (plas, plas, plas, plas) y c**bia dentro, to dios a la pista,
ahora sé como se siente Mulero cuando pincha.
Las damas de honor treintañeras, que aún piensan que están buenas,
toman posiciones, de momento bailan entre ellas.
Los tíos se abalanzan sobre la barra libre,
antes que nada y después del chupito está tomar un cubalibre,
mucho mejor aún si es de gorra,
como el puro que tos esos garrulos como si fuesen señores fuman ahora.
Como la luna llena,
¿es fea la novia?, como una hiena,
tres años de carrera y ninguna que estuviera buena.
Salón Emperatriz: enlace María José y Alfredo,
en tres o cuatro horas esto va a parecer Sarajevo.
Ya apareció el tío de alguno, que en la boda ya conocen todos,
saca a menear a las viejas y baila moviendo los codos.
La pareja de modernos que van de calle,
los niños juegan con el detalle, y ya están cocíos
los amigos del novio, la peña Los torcíos.
Con el pasodoble, llega el relevo generacional,
los viejos se hacen pasos y los demás van a rellenar el vaso.
" ¡Esta canción va dedicá pal noviu y la novia!"
y los Torcíos entonan el "Alfredo, te casaste la cagaste" que emotivo,
y que dure, sino que aburrido,
estoy aquí haciendo como que toco
y alrededor todo el mundo se está volviendo loco.
Toco en la orquesta, no estoy de fiesta señora,
y mientras con disimulo y de reojo, miro la hora.
Si no fuese por los talegos, ya como todos los curros,
me iba a ir bien lejos, os lo aseguro,
sobretodo del listo de siempre con la corbata en la frente como Rambo,
no tiene desperdicio cuando bailan el mambo.
No se cansarán de rajar esas pécoras,
deberían de haber echado Tranxilium en la crema de nécoras.
Es todo una farsa, todo el mundo finge ser lo que no es:
yo finjo que disfruto con el Solton de desfase,
y la gente finge que tiene clase.