Violeta y rosa está el cielo,
dormido sobre Triana;
Pájaros de tinta china
suben a la luna y bajan;
Violeta y rosa está el cielo,
dormido sobre Triana.
Ya no hay luz en las tabernas,
ni sueños en las guitarras;
los naranjos de los patios,
lloran zumo de naranjas.
Al río Guadalquivir,
le han 'cortao' la garganta;
y en la herida de chapina,
se tiñe de sangre el agua.
Por la cal de las paredes,
se se escapan las esperanzas;
y los Cristos por el puente,
lloran buscando sus casas.
Los niños juegan al toro,
en la plazuela Santa Ana;
Toro de mis soledades,
en una noche estrellada.
Los niños juegan al toro,
en la plazuela Santa Ana.
Una mujer baila sola,
asomada a su ventana;
el cante va por el aire,
y el aire va por la nada.
Al río Guadalquivir,
le han 'cortao' la garganta;
y en la herida de chapina,
se tiñe de sangre el agua.
Por la cal de las paredes,
se se escapan las esperanzas;
y los Cristos por el puente,
lloran buscando sus casas.
dormido sobre Triana;
Pájaros de tinta china
suben a la luna y bajan;
Violeta y rosa está el cielo,
dormido sobre Triana.
Ya no hay luz en las tabernas,
ni sueños en las guitarras;
los naranjos de los patios,
lloran zumo de naranjas.
Al río Guadalquivir,
le han 'cortao' la garganta;
y en la herida de chapina,
se tiñe de sangre el agua.
Por la cal de las paredes,
se se escapan las esperanzas;
y los Cristos por el puente,
lloran buscando sus casas.
Los niños juegan al toro,
en la plazuela Santa Ana;
Toro de mis soledades,
en una noche estrellada.
Los niños juegan al toro,
en la plazuela Santa Ana.
Una mujer baila sola,
asomada a su ventana;
el cante va por el aire,
y el aire va por la nada.
Al río Guadalquivir,
le han 'cortao' la garganta;
y en la herida de chapina,
se tiñe de sangre el agua.
Por la cal de las paredes,
se se escapan las esperanzas;
y los Cristos por el puente,
lloran buscando sus casas.