Está llegando el otoño, el principio del fin...
Primeras gotas de agua, primeras motas de polvo
se posan encima de nuestro amor, ya has conocido a mi ogro.
Ese que aparece poco, pero cuando viene te hace temblar,
puedo beberme el bar, quebrar un amor resistente como el kevlar.
No sé de sorbos sé de extremos, sé que nos tocamos menos
que ya no saltan chispas cuando nos vemos.
Que me cuesta acercarme, que estás distante,
tú que siempre has sido mi confidente y amante, mi perfecto guante.
¿Por qué mierda se difumina el afecto?
¿qué nos ha pasado en el trayecto?
nuestras bases sólidas hoy están afónicas
piensas: ¿Cuál será la próxima bronca? No hay arquitecto,
capaz de sustentar lo nuestro si hay grietas en el cemento.
Lluvia en el cristal, hojas marchitas,
mis noches malditas, mierdas gratuitas mientras tú más fuerte me gritas,
portazos, tú en la habitación
¿cómo puedo no consolarte, dejarte a solas?
¿orgullo?, ¿enfado? No habían entrado aquí hasta ahora.
¿Desde cuándo he necesitado espacio, o tú?
si llenas mi vacío, va hablemos reacios al tabú,
nos hace falta, tanta o más que un guiño,
¿por qué nos falta aliño? No entiendo mi cielo, mi amor, mi cariño.
Mi luna y mis estrellas, así te conozco,
todo empieza a ser más tosco, más a menudo,
tú dudas, yo dudo, si desde que te vi he sido tuyo,
intuyo que te vas a marchar, mi corazón está mudo,
desnudo, tirado en el felpudo.
Lo arreglamos, sonríes, mis pies vuelan,
segundos contigo son rubíes más que saudíes tengan,
así es venga, juntos podemos con todo,
pero después de un corto periodo,
algo en el aire sienta incómodo.
Yo cada vez más lejos, tú cada vez más triste,
nuestro lazo cada vez más viejo, siento lo mucho que sufriste,
fue un despiste, tienes que creerme,
finales de septiembre.
Primeras gotas de agua, primeras motas de polvo
se posan encima de nuestro amor, ya has conocido a mi ogro.
Ese que aparece poco, pero cuando viene te hace temblar,
puedo beberme el bar, quebrar un amor resistente como el kevlar.
No sé de sorbos sé de extremos, sé que nos tocamos menos
que ya no saltan chispas cuando nos vemos.
Que me cuesta acercarme, que estás distante,
tú que siempre has sido mi confidente y amante, mi perfecto guante.
¿Por qué mierda se difumina el afecto?
¿qué nos ha pasado en el trayecto?
nuestras bases sólidas hoy están afónicas
piensas: ¿Cuál será la próxima bronca? No hay arquitecto,
capaz de sustentar lo nuestro si hay grietas en el cemento.
Lluvia en el cristal, hojas marchitas,
mis noches malditas, mierdas gratuitas mientras tú más fuerte me gritas,
portazos, tú en la habitación
¿cómo puedo no consolarte, dejarte a solas?
¿orgullo?, ¿enfado? No habían entrado aquí hasta ahora.
¿Desde cuándo he necesitado espacio, o tú?
si llenas mi vacío, va hablemos reacios al tabú,
nos hace falta, tanta o más que un guiño,
¿por qué nos falta aliño? No entiendo mi cielo, mi amor, mi cariño.
Mi luna y mis estrellas, así te conozco,
todo empieza a ser más tosco, más a menudo,
tú dudas, yo dudo, si desde que te vi he sido tuyo,
intuyo que te vas a marchar, mi corazón está mudo,
desnudo, tirado en el felpudo.
Lo arreglamos, sonríes, mis pies vuelan,
segundos contigo son rubíes más que saudíes tengan,
así es venga, juntos podemos con todo,
pero después de un corto periodo,
algo en el aire sienta incómodo.
Yo cada vez más lejos, tú cada vez más triste,
nuestro lazo cada vez más viejo, siento lo mucho que sufriste,
fue un despiste, tienes que creerme,
finales de septiembre.