Cuando acabé mi condena,
cuando acabé mi condena
viví muy solo y perdido.
Ella se murió de pena
y yo, que la causa he sido,
sé que murió siendo buena.
Ella se murió de pena
y yo, que la causa he sido,
sé que murió siendo buena.
La enterraron por la tarde
a la hija de Juan Simón
y era Simón en el pueblo
y era Simón en el pueblo, ay,
el único enterrador.
Él mismo a su propia hija
al cementerio llevó.
Él mismo cavó la fosa,
él mismo cavó la fosa,
murmurando una oración.
Y como en una mano llevaba la pala
y en el hombro el azadón,
los amigos le preguntaron
y todos le preguntaban:
¿de dónde vienes Juan Simón?
Soy enterrador y vengo,
soy enterrador y vengo
de enterrar mi corazón
cuando acabé mi condena
viví muy solo y perdido.
Ella se murió de pena
y yo, que la causa he sido,
sé que murió siendo buena.
Ella se murió de pena
y yo, que la causa he sido,
sé que murió siendo buena.
La enterraron por la tarde
a la hija de Juan Simón
y era Simón en el pueblo
y era Simón en el pueblo, ay,
el único enterrador.
Él mismo a su propia hija
al cementerio llevó.
Él mismo cavó la fosa,
él mismo cavó la fosa,
murmurando una oración.
Y como en una mano llevaba la pala
y en el hombro el azadón,
los amigos le preguntaron
y todos le preguntaban:
¿de dónde vienes Juan Simón?
Soy enterrador y vengo,
soy enterrador y vengo
de enterrar mi corazón