Ancha será tu cama
grande el deseo
blanda será tu almohada
dulces los besos.
Las sábanas revueltas
como los versos
de ese papel que aprietas
entre tus dedos.
Igual que una de veleta
que azota el viento
ando desbaratado,
como sin dueño.
Sé que morir matando
no es un consuelo,
de algún tiempo a esta parte
ya huelo a muerto
y andan como al acecho
pájaros negros.
Que no pare la música,
sírvanme un trago,
estoy muerto de sed.
¿Cuántas lágrimas negras
me puedo beber?
si seguimos cantando
hasta el amanecer.
Que no pare la música,
tú andas borracha
de gloria y poder.
Cada noche te olvido,
como es mi deber,
con el día me vuelves,
como debe ser.
Cuatro esquinitas niña,
tiene tu cama.
Cuatro esquinitas tiene,
con cuatro patas.
Cuatro angelitos tienes
que te la guardan
y aunque no se lo pidas
siempre te salvan.
Te juro porque ha sido
mi mejor sueño
que puede que algún día
nos encontremos.
Cuando al contar amigos
te sobren dedos,
si no consigues verte
en ningún espejo,
cuida que no te ronden
pájaros negros.
grande el deseo
blanda será tu almohada
dulces los besos.
Las sábanas revueltas
como los versos
de ese papel que aprietas
entre tus dedos.
Igual que una de veleta
que azota el viento
ando desbaratado,
como sin dueño.
Sé que morir matando
no es un consuelo,
de algún tiempo a esta parte
ya huelo a muerto
y andan como al acecho
pájaros negros.
Que no pare la música,
sírvanme un trago,
estoy muerto de sed.
¿Cuántas lágrimas negras
me puedo beber?
si seguimos cantando
hasta el amanecer.
Que no pare la música,
tú andas borracha
de gloria y poder.
Cada noche te olvido,
como es mi deber,
con el día me vuelves,
como debe ser.
Cuatro esquinitas niña,
tiene tu cama.
Cuatro esquinitas tiene,
con cuatro patas.
Cuatro angelitos tienes
que te la guardan
y aunque no se lo pidas
siempre te salvan.
Te juro porque ha sido
mi mejor sueño
que puede que algún día
nos encontremos.
Cuando al contar amigos
te sobren dedos,
si no consigues verte
en ningún espejo,
cuida que no te ronden
pájaros negros.