Te he visto en tantas calles
de Barcelona hasta Buenos Aires,
por no decir que te he visto siempre
cuando camino por las ciudades.
Mirando escaparates
dejando mocos en los cristales,
ya sabes tanto de lo que sabes
que has aprendido a vivir del aire.
Niño de nadie.
Nunca miras al cielo
tú que conoces tantos infiernos.
Cuando a la noche te pueda el sueño
mejor que nadie te cuente un cuento.
Pero si apenas te sobra tiempo
de los cartones al basurero,
arriba el cielo y abajo el suelo
en tu paisaje nada es incierto.
Todo es tan cierto
como que el blanco es sólo blanco,
negro es negro
y al sur se nace,
al sur se nace si no tienes más remedio.
Niño de nadie.
Niños que hacen la guerra
que echan un pulso con la miseria
desheredados que nada esperan
ellos son nuestras venas abiertas.
de Barcelona hasta Buenos Aires,
por no decir que te he visto siempre
cuando camino por las ciudades.
Mirando escaparates
dejando mocos en los cristales,
ya sabes tanto de lo que sabes
que has aprendido a vivir del aire.
Niño de nadie.
Nunca miras al cielo
tú que conoces tantos infiernos.
Cuando a la noche te pueda el sueño
mejor que nadie te cuente un cuento.
Pero si apenas te sobra tiempo
de los cartones al basurero,
arriba el cielo y abajo el suelo
en tu paisaje nada es incierto.
Todo es tan cierto
como que el blanco es sólo blanco,
negro es negro
y al sur se nace,
al sur se nace si no tienes más remedio.
Niño de nadie.
Niños que hacen la guerra
que echan un pulso con la miseria
desheredados que nada esperan
ellos son nuestras venas abiertas.