Cuando te pones a escarbar en la memoria
vas escogiendo del pasado aquellas cosas
que te apuntalan, que te afirman, que te enrocan
que te protegen de algunas sombras.
Yo tan esclavo como el labio de la boca,
yo tan atado como el niño a su pelota,
tan desarmado como un Rey sin su corona,
como una barca sobre las olas.
Sin ti me faltaría el alfabeto,
sin ti consigo hacerme tan pequeño
que si alguien hace así desaparezco,
como un globo de gas que se va al cielo.
No sé muy bien si soy el hilo o la cometa,
no sé si soy el corazón o la cabeza,
nunca sabré si soy el alma o la materia,
si soy el palo, si soy la vela.
Entre los dos nos inventamos lo imperfecto
con la apariencia de hacer siempre lo correcto
que sabe nadie lo que nos pasa por dentro
a quién le importa si yo te quiero.
vas escogiendo del pasado aquellas cosas
que te apuntalan, que te afirman, que te enrocan
que te protegen de algunas sombras.
Yo tan esclavo como el labio de la boca,
yo tan atado como el niño a su pelota,
tan desarmado como un Rey sin su corona,
como una barca sobre las olas.
Sin ti me faltaría el alfabeto,
sin ti consigo hacerme tan pequeño
que si alguien hace así desaparezco,
como un globo de gas que se va al cielo.
No sé muy bien si soy el hilo o la cometa,
no sé si soy el corazón o la cabeza,
nunca sabré si soy el alma o la materia,
si soy el palo, si soy la vela.
Entre los dos nos inventamos lo imperfecto
con la apariencia de hacer siempre lo correcto
que sabe nadie lo que nos pasa por dentro
a quién le importa si yo te quiero.