No los creáis
cubría su rostro la misma máscara
la lealtad en la boca
pero en la mano una bala.
Al fin, los mismos en Chile
que en España.
Todo acabó,
más la muerte, no acaba nada.
Mirad,
han matado a un hombre.
Ciega la mano que mata,
cayó ayer,
pero su sangre,
hoy ya mismo se levanta.
cubría su rostro la misma máscara
la lealtad en la boca
pero en la mano una bala.
Al fin, los mismos en Chile
que en España.
Todo acabó,
más la muerte, no acaba nada.
Mirad,
han matado a un hombre.
Ciega la mano que mata,
cayó ayer,
pero su sangre,
hoy ya mismo se levanta.