la existencia es nuestro exilio y la nada nuestro hogar
dijo Emil Michel Cioran, sus libros deben despertar,
la inspiración heavy de Gustav Mahler en su guarida,
Víctor Vassarely inefable Samuel Beckett cambió mi vida,
Soy El hombre que camina de Giacometti y su Bola suspendida,
olvida tu fétida fe de confeti, Bruneleschi tuvo perspectiva,
mira cómo quema el zinc entre Kazan y Tennesse Williams,
me chifla Eugene O'Neill, fatal el frenesí de su familia,
no hay mierda más fértil que La tierra estéril de Eliot,
Holderlin parecía griego, vuelo con Kuprin en estiércol,
me corro con Kipling con sus galeotes t**ánicos,
y me cojo un rebote por su zote imperialismo británico,
amo a E.T.A. Hoffman, óyelo en Offenbach y goza
la muerte en persona fue quien le encargó el réquiem a Mozart,
llueva el Dies Irae y se muera Vargas Llosa,
el de Borja es un mal chiste, para brutal Ecce h*** el de Nietzsche,
Wagner en barricadas con Bakunin se caga en Alemania
Pavarotti canta Nessun Dorma uy se empañan mis legañas
me asombra Bertolt Brecht de los niños la cruzada,
danzo con un sable, sabes el ritual del fuego nunca Falla,
disparo al aire un trabuco si escucho coros de Nabuccodonosor,
Dumas padre acepta al hijo por pudor no por amor,
el canon de Pachelbell formidable, jamás paguéis un canon,
la música es libre, la c**tura llave, que revienten los estados,
viajo con Tomas Wolf por los estados hundidos de crack,
los sombríos tánatos de Ernesto Sábato dan que pensar,
paseo por antros de Baroja, sus encantos rozan suciedad,
los esclavos de Carpentier por doquier gritando libertad.
contempla Ohio con Sherwood Anderson, mi lord,
te doy una hostia con la izquierda de Rachmaninov,
Albinoni y su adagio es un halago los críticos me la sudan,
Eduardo Galeano Tupamaro los troikafílicos te saludan,
siempre pretendiéndolo y al final Ravel rechaza el premio,
ante tal desprecio, Tolouse Lautrec no acabó abstemio,
Molin Rouge busca el tiempo y Marcel Proust el abismo
Schönberg el dodecafonismo, Tröikadedra
no es lo mismo.
dijo Emil Michel Cioran, sus libros deben despertar,
la inspiración heavy de Gustav Mahler en su guarida,
Víctor Vassarely inefable Samuel Beckett cambió mi vida,
Soy El hombre que camina de Giacometti y su Bola suspendida,
olvida tu fétida fe de confeti, Bruneleschi tuvo perspectiva,
mira cómo quema el zinc entre Kazan y Tennesse Williams,
me chifla Eugene O'Neill, fatal el frenesí de su familia,
no hay mierda más fértil que La tierra estéril de Eliot,
Holderlin parecía griego, vuelo con Kuprin en estiércol,
me corro con Kipling con sus galeotes t**ánicos,
y me cojo un rebote por su zote imperialismo británico,
amo a E.T.A. Hoffman, óyelo en Offenbach y goza
la muerte en persona fue quien le encargó el réquiem a Mozart,
llueva el Dies Irae y se muera Vargas Llosa,
el de Borja es un mal chiste, para brutal Ecce h*** el de Nietzsche,
Wagner en barricadas con Bakunin se caga en Alemania
Pavarotti canta Nessun Dorma uy se empañan mis legañas
me asombra Bertolt Brecht de los niños la cruzada,
danzo con un sable, sabes el ritual del fuego nunca Falla,
disparo al aire un trabuco si escucho coros de Nabuccodonosor,
Dumas padre acepta al hijo por pudor no por amor,
el canon de Pachelbell formidable, jamás paguéis un canon,
la música es libre, la c**tura llave, que revienten los estados,
viajo con Tomas Wolf por los estados hundidos de crack,
los sombríos tánatos de Ernesto Sábato dan que pensar,
paseo por antros de Baroja, sus encantos rozan suciedad,
los esclavos de Carpentier por doquier gritando libertad.
contempla Ohio con Sherwood Anderson, mi lord,
te doy una hostia con la izquierda de Rachmaninov,
Albinoni y su adagio es un halago los críticos me la sudan,
Eduardo Galeano Tupamaro los troikafílicos te saludan,
siempre pretendiéndolo y al final Ravel rechaza el premio,
ante tal desprecio, Tolouse Lautrec no acabó abstemio,
Molin Rouge busca el tiempo y Marcel Proust el abismo
Schönberg el dodecafonismo, Tröikadedra
no es lo mismo.