El calor de tu amor
me da sed, y donde bebo yo
es donde quiero beber,
y saciar allí mi sed.
El color de tus ojos,
se adivina entre tu pelo, y yo
los deseo más que ayer,
y que la primera vez.
No preciso viajar lejos
para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo...
ya me basta,
para tocar el cielo.
El sabor de tus labios
ese selecto capricho que
sólo yo puedo probar,
y a chincharse los demás.
El candor de tu abrazo
puro, fiel, eterno, halagador
es mi fe y mi religión,
garantía del amor.
No preciso viajar lejos
para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo...
ya me basta,
para tocar el cielo.
me da sed, y donde bebo yo
es donde quiero beber,
y saciar allí mi sed.
El color de tus ojos,
se adivina entre tu pelo, y yo
los deseo más que ayer,
y que la primera vez.
No preciso viajar lejos
para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo...
ya me basta,
para tocar el cielo.
El sabor de tus labios
ese selecto capricho que
sólo yo puedo probar,
y a chincharse los demás.
El candor de tu abrazo
puro, fiel, eterno, halagador
es mi fe y mi religión,
garantía del amor.
No preciso viajar lejos
para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo...
ya me basta,
para tocar el cielo.