Quizás exista alguien en el mundo,
no en éste, ni en el mío, ni en el tuyo,
que por casualidad en un segundo
se cruce en tu camino sin cambiar tu rumbo.
Puede tal vez que esté mucho más cerca
de lo que cree el destino que aparenta,
tan inocente como si aún se tiembla
antes de dar un beso a los cuarenta.
Y se lo lleva el viento como a las palabras,
no entiendo del amor nada de nada,
te lo da todo y una madrugada
sin una explicación te lo arrebata.
Quien busque del misterio la respuesta
que calle para siempre si la encuentra,
si ya llegó a su fin por qué saberla,
si ya no hay vida eterna entre sus piernas.
El universo ví desde la tierra, estrellas sueño,
con su aroma a sal, hierba y tormenta,
contra la pared, una y otra vez, chocan cometas,
ni sí, ni espíritu, ni no, canta mi contradicción.
Y se lo lleva el viento como a las palabras,
no entiendo del amor nada de nada,
te lo da todo y una madrugada,
sin una explicación te lo arrebata.
Nada de nada.
Enamorada.
no en éste, ni en el mío, ni en el tuyo,
que por casualidad en un segundo
se cruce en tu camino sin cambiar tu rumbo.
Puede tal vez que esté mucho más cerca
de lo que cree el destino que aparenta,
tan inocente como si aún se tiembla
antes de dar un beso a los cuarenta.
Y se lo lleva el viento como a las palabras,
no entiendo del amor nada de nada,
te lo da todo y una madrugada
sin una explicación te lo arrebata.
Quien busque del misterio la respuesta
que calle para siempre si la encuentra,
si ya llegó a su fin por qué saberla,
si ya no hay vida eterna entre sus piernas.
El universo ví desde la tierra, estrellas sueño,
con su aroma a sal, hierba y tormenta,
contra la pared, una y otra vez, chocan cometas,
ni sí, ni espíritu, ni no, canta mi contradicción.
Y se lo lleva el viento como a las palabras,
no entiendo del amor nada de nada,
te lo da todo y una madrugada,
sin una explicación te lo arrebata.
Nada de nada.
Enamorada.