Un cigarrillo, la lluvia y tú
me trastornan.
Dejo mis labios sobre tu piel,
me vuelvo loco.
La posesión del momento
Ya se olvidó del invierno
Y a la ventana se asoma
buscando sus brazos muertos.
Cupido mira desde un cristal,
que locura.
Gea imposible de invocación
a la luna.
La melodía salvaje
que está inventando la noche.
Se detiene nuestro instante,
con un cálido reproche.
Un cigarrillo, la lluvia y tú
me trastornan.
Dejo mis labios sobre tu piel
me vuelvo loco.
Cuando se acuerde la aurora
de arrebatarnos los sueños
Serán pétalos de otoño,
no podrán nunca barrerlos.
Un cigarrillo, la lluvia y tú
me trastornan...
me trastornan...
me trastornan...
me trastornan.
Dejo mis labios sobre tu piel,
me vuelvo loco.
La posesión del momento
Ya se olvidó del invierno
Y a la ventana se asoma
buscando sus brazos muertos.
Cupido mira desde un cristal,
que locura.
Gea imposible de invocación
a la luna.
La melodía salvaje
que está inventando la noche.
Se detiene nuestro instante,
con un cálido reproche.
Un cigarrillo, la lluvia y tú
me trastornan.
Dejo mis labios sobre tu piel
me vuelvo loco.
Cuando se acuerde la aurora
de arrebatarnos los sueños
Serán pétalos de otoño,
no podrán nunca barrerlos.
Un cigarrillo, la lluvia y tú
me trastornan...
me trastornan...
me trastornan...