Siento que pasa mi vida en un autobús, viendo pasar las paradas y ninguna es la mía.
Esta mañana salió el sol, una razón más para no salir, prefiero la lluvia eterna, y entre tanto,
desde las paredes de mi cuarto un arco iris sin color, me estremezco, el telfono sonando, será la conciencia en vela que quiere que la escuche de una vez.
Y así la vida, los meses se consumen como días, los días coo horas y en la vieja estación, una guitarra sin cuerdas, un hombre sin voz,toca "viejo perdedor".
Si las promesas las detuvo el reloj, si solo queda codicia, avaricia y el dolor, si por la noche una ambulancia anuncia el final,
es que ya no somos personas que merezcan vivir.
Esta mañana salió el sol, una razón más para no salir, prefiero la lluvia eterna, y entre tanto,
desde las paredes de mi cuarto un arco iris sin color, me estremezco, el telfono sonando, será la conciencia en vela que quiere que la escuche de una vez.
Y así la vida, los meses se consumen como días, los días coo horas y en la vieja estación, una guitarra sin cuerdas, un hombre sin voz,toca "viejo perdedor".
Si las promesas las detuvo el reloj, si solo queda codicia, avaricia y el dolor, si por la noche una ambulancia anuncia el final,
es que ya no somos personas que merezcan vivir.