Y Sarnas subió al cielo,
pero no pudo ni entrar,
no le dejó San Pedro.
Al verlo los ángeles huyeron acojonaos.
Temían al contagio
por sus alas de terciopelo,
y Sarnas bajó al infierno
con otros perros callejeros.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, fue un día más.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, triste final.
Sarnas tuvo al fin en su vida
un lugar caliente donde descansar,
al lado de un buen fuego,
un buen sitio para retozar.
Se pasó su existencia
atado a una maldita cadena.
Recuerdo un día que lo soltaron,
caminaba que daba pena.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, fue un día más.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, triste final.
¡Sarnas!
Parece que esté dormido,
se dice al ver un muerto.
Sarnas murió de pie,
allí acabó con su suplicio.
Nunca movía el rabo,
ni pedía una caricia.
Sólo una mirada lastimera,
una auténtica perra vida.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, fue un día más.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, triste final.
pero no pudo ni entrar,
no le dejó San Pedro.
Al verlo los ángeles huyeron acojonaos.
Temían al contagio
por sus alas de terciopelo,
y Sarnas bajó al infierno
con otros perros callejeros.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, fue un día más.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, triste final.
Sarnas tuvo al fin en su vida
un lugar caliente donde descansar,
al lado de un buen fuego,
un buen sitio para retozar.
Se pasó su existencia
atado a una maldita cadena.
Recuerdo un día que lo soltaron,
caminaba que daba pena.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, fue un día más.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, triste final.
¡Sarnas!
Parece que esté dormido,
se dice al ver un muerto.
Sarnas murió de pie,
allí acabó con su suplicio.
Nunca movía el rabo,
ni pedía una caricia.
Sólo una mirada lastimera,
una auténtica perra vida.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, fue un día más.
Sarnas murió sin disfrutar,
Sarnas murió, triste final.