Del Cristo de los Faroles
al río Guadalquivir,
por cuesta de San Fernando,
luz de Abril.
Ojos como amapolas.
Tu mano, un jardín.
Ruido de agua en los patios.
Lluvia y trueno en mí.
Y aunque nunca encontraré el valor para decirte,
te diré...
Escapan por los balcones
azules y olor a anís.
Y quieta en la Corredera
mi sombra me habla a mí.
Llevar una fuente dentro,
irme un día a Brasil...
mil pequeños sueños ,
sentarme junto a ti.
Y aunque nunca encontraré el valor para decirte,
te diré...
Que hace tiempo
que erosionas
como a las piedras las olas
mi miedo a perderme otra vez.
Que hace mucho
que me mueves
como el tiempo a los relojes
nunca hacia atrás,
ya lo ves.
al río Guadalquivir,
por cuesta de San Fernando,
luz de Abril.
Ojos como amapolas.
Tu mano, un jardín.
Ruido de agua en los patios.
Lluvia y trueno en mí.
Y aunque nunca encontraré el valor para decirte,
te diré...
Escapan por los balcones
azules y olor a anís.
Y quieta en la Corredera
mi sombra me habla a mí.
Llevar una fuente dentro,
irme un día a Brasil...
mil pequeños sueños ,
sentarme junto a ti.
Y aunque nunca encontraré el valor para decirte,
te diré...
Que hace tiempo
que erosionas
como a las piedras las olas
mi miedo a perderme otra vez.
Que hace mucho
que me mueves
como el tiempo a los relojes
nunca hacia atrás,
ya lo ves.