Tres de mayo ya.
Quién nos lo iba a decir.
Si parece que fue ayer año nuevo.
Vuelves a llamar
por teléfono otra vez.
pero yo ya ni siquiera te quiero.
Y mis manos se convierten de repente en otras manos
incapaces de sujetar ningún pedazo de los que ahora caen de tu corazón.
Y tus labios se convierten en dos puertos que has cerrado
para no dejar salir a ningún barco,
que no se hundan en la nada como los demás.
Y me quedo flotando en alta mar.
Tres de julio ya.
Quién nos lo iba a decir.
Si parece que fue ayer año nuevo.
Vuelvo a marcar
tu teléfono otra vez,
pero tú ni siquiera me quieres.
Y tus manos se convierten de repente en otras manos
incapaces de sujetar ningún pedazo de los que ahora caen de mi corazón.
Y mis labios se convierten en dos puertos que he cerrado
para no dejar salir a ningún barco,
que no se hundan en la nada como los demás.
Y me quedo flotando en alta mar.
Y te quedas flotando en alta mar.
Nos quedamos flotando en alta mar.
Quién nos lo iba a decir.
Si parece que fue ayer año nuevo.
Vuelves a llamar
por teléfono otra vez.
pero yo ya ni siquiera te quiero.
Y mis manos se convierten de repente en otras manos
incapaces de sujetar ningún pedazo de los que ahora caen de tu corazón.
Y tus labios se convierten en dos puertos que has cerrado
para no dejar salir a ningún barco,
que no se hundan en la nada como los demás.
Y me quedo flotando en alta mar.
Tres de julio ya.
Quién nos lo iba a decir.
Si parece que fue ayer año nuevo.
Vuelvo a marcar
tu teléfono otra vez,
pero tú ni siquiera me quieres.
Y tus manos se convierten de repente en otras manos
incapaces de sujetar ningún pedazo de los que ahora caen de mi corazón.
Y mis labios se convierten en dos puertos que he cerrado
para no dejar salir a ningún barco,
que no se hundan en la nada como los demás.
Y me quedo flotando en alta mar.
Y te quedas flotando en alta mar.
Nos quedamos flotando en alta mar.