Soportando una escena mortal, me asigné el noble papel de ser juez de ningún tribunal.
Puse orden y escuché.
Salpicando frases sin control, suplicando que baje, si hay, Dios.
Y después, víctima del amanecer.
Era muy clara la desigualdad y no se hizo rogar.
Apareció con un nuevo guión, astuta y perspicaz.
Utiliza con satisfacción, es su juego vender la razón a quien da la mano por estupidez.
Hace tiempo, alguién creó a una mujer que demostró que es mejor.
Cuando se trata de salvar la piel, puede olvidarse el honor.
Desde entonces suele aparecer recordando que a veces perder es dar, de nuevo, tiempo al amanecer.
Puse orden y escuché.
Salpicando frases sin control, suplicando que baje, si hay, Dios.
Y después, víctima del amanecer.
Era muy clara la desigualdad y no se hizo rogar.
Apareció con un nuevo guión, astuta y perspicaz.
Utiliza con satisfacción, es su juego vender la razón a quien da la mano por estupidez.
Hace tiempo, alguién creó a una mujer que demostró que es mejor.
Cuando se trata de salvar la piel, puede olvidarse el honor.
Desde entonces suele aparecer recordando que a veces perder es dar, de nuevo, tiempo al amanecer.