El era un fabricante de mentiras,
el tenía las historias de cartón,
su vida era una fábula de lata,
sus ojos eran luces de neón.
Y nunca tengas fe
que sus mentiras pueden traer dolor.
Ella era una típica inocente,
zapatos negros, medias de algodón,
que solo era feliz en el colegio,
que nunca tuvo en su piel amor.
Inútil es decir
que lo que le dijeron lo creyó.
Querrán saber el fin de nuestra historia,
algunos lo podrán imaginar,
la niña que sin pena y sin gloria
perdió sus medias y su castidad.
Preciso es condenar
al que se burla de nuestra moral.
Pero hay algo que no se puede explicar,
porque la niña rie en vez de llorar
el tenía las historias de cartón,
su vida era una fábula de lata,
sus ojos eran luces de neón.
Y nunca tengas fe
que sus mentiras pueden traer dolor.
Ella era una típica inocente,
zapatos negros, medias de algodón,
que solo era feliz en el colegio,
que nunca tuvo en su piel amor.
Inútil es decir
que lo que le dijeron lo creyó.
Querrán saber el fin de nuestra historia,
algunos lo podrán imaginar,
la niña que sin pena y sin gloria
perdió sus medias y su castidad.
Preciso es condenar
al que se burla de nuestra moral.
Pero hay algo que no se puede explicar,
porque la niña rie en vez de llorar