En la mesa especial de un cafetín paquetón,
Una dupla perversa negocia la traición.
Tras el saco de cuero de algún gordo matón,
Se distingue el c**ito de un rapaz 22.
Bruta parafernalia en su bonita mansión.
Sobra infierno en el cielo del que aspira a buchón.
Toda la comitiva se dispone a ensalzar
Al pichón del letrado, que no va a trabajar.
Con los sueños pellizcándose
En un lacrimoso estribo del tren,
Y el crepúsculo filoso que se extiende
Hasta anularme la sien,
Yo me pregunto, ¿en qué lugar
estará el buitre manoseando el destino de mi posteridad?
El ministro recibe en su despacho al señor,
que sin c**pa ni empacho c**ple con su instrucción.
No se pierden de vista, siempre van a arbitrar
los aplausos del lumpen en el acto oficial.
Con los sueños pellizcándose
En un lacrimoso estribo del tren,
Y el crepúsculo filoso que se extiende
Hasta anularme la sien,
Yo me pregunto, ¿en qué lugar
Estará el buitre manoseando el destino de mi posteridad?
A Mariano Ferreyra le disparó el soplón
del más rancio burócrata de esta legión.
¿Y esa bala siniestra le rozó el corazón
al cortejo guardián de ese viejo traidor?
Una dupla perversa negocia la traición.
Tras el saco de cuero de algún gordo matón,
Se distingue el c**ito de un rapaz 22.
Bruta parafernalia en su bonita mansión.
Sobra infierno en el cielo del que aspira a buchón.
Toda la comitiva se dispone a ensalzar
Al pichón del letrado, que no va a trabajar.
Con los sueños pellizcándose
En un lacrimoso estribo del tren,
Y el crepúsculo filoso que se extiende
Hasta anularme la sien,
Yo me pregunto, ¿en qué lugar
estará el buitre manoseando el destino de mi posteridad?
El ministro recibe en su despacho al señor,
que sin c**pa ni empacho c**ple con su instrucción.
No se pierden de vista, siempre van a arbitrar
los aplausos del lumpen en el acto oficial.
Con los sueños pellizcándose
En un lacrimoso estribo del tren,
Y el crepúsculo filoso que se extiende
Hasta anularme la sien,
Yo me pregunto, ¿en qué lugar
Estará el buitre manoseando el destino de mi posteridad?
A Mariano Ferreyra le disparó el soplón
del más rancio burócrata de esta legión.
¿Y esa bala siniestra le rozó el corazón
al cortejo guardián de ese viejo traidor?