La sociedad se desintegra.
Cada familia en pie de guerra.
La corrupción y el desgobierno,
hacen de la ciudad un infierno.
Gritos y acusaciones, mentiras y traiciones,
hacen que la razón desaparezca.
Nace la indiferencia, se anula la conciencia,
y no hay ideal que no se desvanezca.
Y todo el mundo jura que no entiende,
por que sus sueños hoy se vuelven mierda.
Y me hablan del pasado en el presente,
culpando a los demás por el problema,
de nuestra común hipocresía.
El corazón se hace trinchera.
Su lema es sálvese quien pueda,
Y así, la cara del amigo
se funde en la del enemigo.
Los medios de información aumentan la confusión,
y la verdad es mentira y viceversa.
Nuestra desilusión crea desesperación,
y el ciclo se repite con más fuerza.
Y perdida entre la cacofonía
se ahoga la voluntad de un pueblo entero.
Y entre el insulto y el Ave María,
no distingo entre preso y carcelero,
adentro de la hipocresía!
Ya no hay Izquierdas ni Derechas:
sólo hay excusas y pretextos.
Una retórica maltrecha,
para un planeta de ambidextros.
No hay unión familiar, ni justicia social,
ni solidaridad con el vecino.
De allí es que surge el mal,
y el abuso oficial termina por cerrarnos el camino.
Y todo el mundo insiste que no entiende
por que los sueños de hoy se vuelven mierda.
Y hablamos del pasado en el presente,
dejando que el futuro se nos pierda,
viviendo entre la hipocresía.
Cada familia en pie de guerra.
La corrupción y el desgobierno,
hacen de la ciudad un infierno.
Gritos y acusaciones, mentiras y traiciones,
hacen que la razón desaparezca.
Nace la indiferencia, se anula la conciencia,
y no hay ideal que no se desvanezca.
Y todo el mundo jura que no entiende,
por que sus sueños hoy se vuelven mierda.
Y me hablan del pasado en el presente,
culpando a los demás por el problema,
de nuestra común hipocresía.
El corazón se hace trinchera.
Su lema es sálvese quien pueda,
Y así, la cara del amigo
se funde en la del enemigo.
Los medios de información aumentan la confusión,
y la verdad es mentira y viceversa.
Nuestra desilusión crea desesperación,
y el ciclo se repite con más fuerza.
Y perdida entre la cacofonía
se ahoga la voluntad de un pueblo entero.
Y entre el insulto y el Ave María,
no distingo entre preso y carcelero,
adentro de la hipocresía!
Ya no hay Izquierdas ni Derechas:
sólo hay excusas y pretextos.
Una retórica maltrecha,
para un planeta de ambidextros.
No hay unión familiar, ni justicia social,
ni solidaridad con el vecino.
De allí es que surge el mal,
y el abuso oficial termina por cerrarnos el camino.
Y todo el mundo insiste que no entiende
por que los sueños de hoy se vuelven mierda.
Y hablamos del pasado en el presente,
dejando que el futuro se nos pierda,
viviendo entre la hipocresía.