Ando por la calle desolada de mi barrio,
Busco los detalles en grafitis incendiarios.
Estoy en paro, pero no me detengo.
¿Hay que inventar? Pues me lo invento.
Hacia atrás ni para tomar impulso,
vienen tiempos de lucha en territorios convulsos.
Si no lo haces por mí, hazlo por ti no seas idiota.
En tu tejado tienes la pelota.
¿Democracia donde? ¿Terrorista quién?
¿No son los mismos del "España va bien"?
¡Qué repelús, qué escalofrío!
No diré más, perdonad no diré ni pio.
No diré más, perdonad no diré ni pio.
La tierra que piso, la lengua que habito,
poemas y libros, montañas y ríos, castilla y su vicio,
mi abuelo y mis hijos...
Los cantos que entono cuanto tengo frío, cuándo tengo frío, cuándo tengo frío.
No sé lo que tengo dentro de las sienes que me revelo frente los sirvientes de corazón canijo.
Las cortes y leyes, princesas y reyes, Europa y regentes.
Los malditos ricos, la noche y el día en las comisarías o de los cuarteles o de las monarquías.
No sé lo que tengo dentro de las sienes que me revelo frente los sirvientes de corazón canijo.
Cánovas, Sagasta, Rajoy y Rubalcaba, la Cámara alta, la Cámara baja, la Condesa de Madrid o la Duquesa de Alba.
No sé lo que tengo dentro de las sienes que me revelo frente los sirvientes de corazón canijo.
Lenguaje adulterado por parte del estado, presa de la ambición, meten mano en el cajón.
Siempre es igual, más de lo mismo, restauraciones, bipartidismo.
No sé lo que tengo dentro de las sienes que me revelo frente los sirvientes de corazón canijo.
No puedo más, todo me altera. La dicta blanda, la peineta y la montera.
Busco los detalles en grafitis incendiarios.
Estoy en paro, pero no me detengo.
¿Hay que inventar? Pues me lo invento.
Hacia atrás ni para tomar impulso,
vienen tiempos de lucha en territorios convulsos.
Si no lo haces por mí, hazlo por ti no seas idiota.
En tu tejado tienes la pelota.
¿Democracia donde? ¿Terrorista quién?
¿No son los mismos del "España va bien"?
¡Qué repelús, qué escalofrío!
No diré más, perdonad no diré ni pio.
No diré más, perdonad no diré ni pio.
La tierra que piso, la lengua que habito,
poemas y libros, montañas y ríos, castilla y su vicio,
mi abuelo y mis hijos...
Los cantos que entono cuanto tengo frío, cuándo tengo frío, cuándo tengo frío.
No sé lo que tengo dentro de las sienes que me revelo frente los sirvientes de corazón canijo.
Las cortes y leyes, princesas y reyes, Europa y regentes.
Los malditos ricos, la noche y el día en las comisarías o de los cuarteles o de las monarquías.
No sé lo que tengo dentro de las sienes que me revelo frente los sirvientes de corazón canijo.
Cánovas, Sagasta, Rajoy y Rubalcaba, la Cámara alta, la Cámara baja, la Condesa de Madrid o la Duquesa de Alba.
No sé lo que tengo dentro de las sienes que me revelo frente los sirvientes de corazón canijo.
Lenguaje adulterado por parte del estado, presa de la ambición, meten mano en el cajón.
Siempre es igual, más de lo mismo, restauraciones, bipartidismo.
No sé lo que tengo dentro de las sienes que me revelo frente los sirvientes de corazón canijo.
No puedo más, todo me altera. La dicta blanda, la peineta y la montera.