Qué loco amanecer,
mordiendo tu sonrisa
y amarte hasta caer
perdido en tus caricias.
Qué bello atardecer,
sudando entre las sábanas,
volverte a recorrer
jugando con malicia.
Embrujados, encendidos,
indecentes, escondidos.
Mis manos como garras
se han prendido de tu piel.
Prisioneros de la luna,
reinventando la locura,
entre gritos y dulzura tú y yo.
Los momentos sin medida,
devorándonos la vida,
enredados noche y día tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Qué mágico es dormir
al borde de tu cuerpo,
saber que estás ahí
dibujándome los sueños.
Y al despertar morir
rendido a tu belleza,
llorar hasta reir
burlando la tristeza.
Embrujados, encendidos,
indecentes, escondidos.
Tus labios insolentes
y atrevidos piden más.
Prisioneros de la luna,
reinventando la locura,
entre gritos y dulzura tú y yo.
Los momentos sin medida,
devorándonos la vida,
enredados noche y día tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Dame la sed que el agua no apaga.
Dame la sal que el mar se robó.
Bebe de mi boca desesperada.
Déjame bañarte con mi sudor.
Dame la furia de tu mirada.
Dame el veneno de tu pasión.
Deja tu perfume sobre mi almohada
para respirar de tu olor.
Prisioneros de la luna,
reinventando la locura,
entre gritos y dulzura tú y yo.
Los momentos sin medida,
devorándonos la vida,
enredados noche y día tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
mordiendo tu sonrisa
y amarte hasta caer
perdido en tus caricias.
Qué bello atardecer,
sudando entre las sábanas,
volverte a recorrer
jugando con malicia.
Embrujados, encendidos,
indecentes, escondidos.
Mis manos como garras
se han prendido de tu piel.
Prisioneros de la luna,
reinventando la locura,
entre gritos y dulzura tú y yo.
Los momentos sin medida,
devorándonos la vida,
enredados noche y día tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Qué mágico es dormir
al borde de tu cuerpo,
saber que estás ahí
dibujándome los sueños.
Y al despertar morir
rendido a tu belleza,
llorar hasta reir
burlando la tristeza.
Embrujados, encendidos,
indecentes, escondidos.
Tus labios insolentes
y atrevidos piden más.
Prisioneros de la luna,
reinventando la locura,
entre gritos y dulzura tú y yo.
Los momentos sin medida,
devorándonos la vida,
enredados noche y día tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Dame la sed que el agua no apaga.
Dame la sal que el mar se robó.
Bebe de mi boca desesperada.
Déjame bañarte con mi sudor.
Dame la furia de tu mirada.
Dame el veneno de tu pasión.
Deja tu perfume sobre mi almohada
para respirar de tu olor.
Prisioneros de la luna,
reinventando la locura,
entre gritos y dulzura tú y yo.
Los momentos sin medida,
devorándonos la vida,
enredados noche y día tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.
Tú y yo.