Hoy desperté como siempre
bien temprano en la mañana.
Me senté como siempre,
en el sillón de la sala.
Y a la guitarra aburrida
de esperar toda la noche,
no le saqué ni una nota
que me pudiera servir.
Y nada bueno salió.
Yo me quedé hasta muy tarde
trasnochando al viejo piano,
saltando de tecla en tecla:
si, la, sol, , mi, sol, do, si.
Intentaba convencerlo
con algunas melodías
y los vecinos gritaban
que no podían dormir.
Y nada bueno salió.
Por qué no nos juntamos,
a escribir una canción.
Donde hablemos de la magia
en el camino de los dos.
Ven porque digo que vivo
cuando piso un escenario.
Ven porque digo que muero,
cuando bajan el telón.
Y algo bueno saldrá.
Tal vez tu historia y la mía
se unirán en este día.
Y de una simple armonía
irá naciendo la canción.
Tal vez un día la gente,
cante la misma melodía.
Con la guitarra y las teclas
que hay en cada corazón.
Y algo bueno salió.
bien temprano en la mañana.
Me senté como siempre,
en el sillón de la sala.
Y a la guitarra aburrida
de esperar toda la noche,
no le saqué ni una nota
que me pudiera servir.
Y nada bueno salió.
Yo me quedé hasta muy tarde
trasnochando al viejo piano,
saltando de tecla en tecla:
si, la, sol, , mi, sol, do, si.
Intentaba convencerlo
con algunas melodías
y los vecinos gritaban
que no podían dormir.
Y nada bueno salió.
Por qué no nos juntamos,
a escribir una canción.
Donde hablemos de la magia
en el camino de los dos.
Ven porque digo que vivo
cuando piso un escenario.
Ven porque digo que muero,
cuando bajan el telón.
Y algo bueno saldrá.
Tal vez tu historia y la mía
se unirán en este día.
Y de una simple armonía
irá naciendo la canción.
Tal vez un día la gente,
cante la misma melodía.
Con la guitarra y las teclas
que hay en cada corazón.
Y algo bueno salió.