Si el mundo revirao, golpeándote,
te tira pa' un costao de la pared.
Si el vento es un suspiro y el día tres
ya se piantó de yiro y queda el mes.
Si al fuego de la fragua todo fue
y el jugo de paragua hoy es café.
Servime de testigo, dale che,
gritá, gritá conmigo viejo: ¿Y a mí qué?
Y pensar que allá en la rama
con qué fe mansa
nos criaste, mama...
Pobre mama, en la balanza
fui justo un drama,
pa' tu esperanza.
Un fracasao, un careta,
la perdición
del que apostó a la mosqueta
su corazón.
Pero pa' mí sos mi Dios.
Juntito a vos yo no sé,
más que gritar: ¿Y a mí qué?
Si todo ya está usao, la yerba, el té,
y el dato que te han dao de mala fe.
Si aquella pobre grela no da más
y hoy banca su quiniela el juez de Paz...
Si el santo de la historia es un ladrón
y alternan zanahoria con Napoleón.
No se te importa un higo, ¡dale!
gritá, gritá conmigo viejo: ¿Y a mí qué?
Y pensar que allá en la rama
con qué fe mansa
me criaste, mama...
Pobre mama, en la balanza
fui justo un drama,
pa' tu esperanza.
Un fracasado, un careta,
la perdición
del que apostó a la mosqueta
su corazón.
Pero pa' mí sos mi Dios.
Juntito a vos yo no sé,
más que gritar: ¿Y a mí qué?
te tira pa' un costao de la pared.
Si el vento es un suspiro y el día tres
ya se piantó de yiro y queda el mes.
Si al fuego de la fragua todo fue
y el jugo de paragua hoy es café.
Servime de testigo, dale che,
gritá, gritá conmigo viejo: ¿Y a mí qué?
Y pensar que allá en la rama
con qué fe mansa
nos criaste, mama...
Pobre mama, en la balanza
fui justo un drama,
pa' tu esperanza.
Un fracasao, un careta,
la perdición
del que apostó a la mosqueta
su corazón.
Pero pa' mí sos mi Dios.
Juntito a vos yo no sé,
más que gritar: ¿Y a mí qué?
Si todo ya está usao, la yerba, el té,
y el dato que te han dao de mala fe.
Si aquella pobre grela no da más
y hoy banca su quiniela el juez de Paz...
Si el santo de la historia es un ladrón
y alternan zanahoria con Napoleón.
No se te importa un higo, ¡dale!
gritá, gritá conmigo viejo: ¿Y a mí qué?
Y pensar que allá en la rama
con qué fe mansa
me criaste, mama...
Pobre mama, en la balanza
fui justo un drama,
pa' tu esperanza.
Un fracasado, un careta,
la perdición
del que apostó a la mosqueta
su corazón.
Pero pa' mí sos mi Dios.
Juntito a vos yo no sé,
más que gritar: ¿Y a mí qué?