A ver, che mocito, traéme cigarros
y ensillá una copa de caña otra vez,
que yo no me sumo con esos otarios
que toman de bronca, llorando después.
Yo tomo el ricino sin pena ni agravio,
que al fin un disgusto lo mata un placer.
¿Pa' qué andar con vueltas? Si es largo el rosario,
cortao al despecho, por una mujer.
Y si llegase a añorarla
porque al final la he querido,
no he de arrumbarme abatido
en un rincón del café.
Ni he de sacar un pañuelo
para llevarlo a mis ojos,
ni lagrimear como un flojo
porque en la vía quedé.
¿Se fue? ¡Mala suerte!
Paciencia y pan criollo.
¿Qué tanto merengue? Por una mujer.
Si aquel que se arruga pidiendo socorro,
no es hombre ni tiene vergüenza con él
¡Qué adiós, guricito! ¡Que adiós, aliviada!
El paco a Valerio, todo a ganador.
Paciencia, compadre, no escupa la estrada.
De vuelta al convento, no pase calor.
Y si llegase a añorarla
porque al final la he querido,
no he de arrumbarme abatido
en un rincón del café.
Ni he de sacar un pañuelo
para llevarlo a mis ojos,
ni lagrimear como un flojo
porque en la vía quedé.
y ensillá una copa de caña otra vez,
que yo no me sumo con esos otarios
que toman de bronca, llorando después.
Yo tomo el ricino sin pena ni agravio,
que al fin un disgusto lo mata un placer.
¿Pa' qué andar con vueltas? Si es largo el rosario,
cortao al despecho, por una mujer.
Y si llegase a añorarla
porque al final la he querido,
no he de arrumbarme abatido
en un rincón del café.
Ni he de sacar un pañuelo
para llevarlo a mis ojos,
ni lagrimear como un flojo
porque en la vía quedé.
¿Se fue? ¡Mala suerte!
Paciencia y pan criollo.
¿Qué tanto merengue? Por una mujer.
Si aquel que se arruga pidiendo socorro,
no es hombre ni tiene vergüenza con él
¡Qué adiós, guricito! ¡Que adiós, aliviada!
El paco a Valerio, todo a ganador.
Paciencia, compadre, no escupa la estrada.
De vuelta al convento, no pase calor.
Y si llegase a añorarla
porque al final la he querido,
no he de arrumbarme abatido
en un rincón del café.
Ni he de sacar un pañuelo
para llevarlo a mis ojos,
ni lagrimear como un flojo
porque en la vía quedé.