Diseñas escaparates
para apresar allí
la libertad de esa niña
que más bien ya es toda una mujer.
Cierras puertas y ventanas,
una fuga crees evitar.
No ves que por los cristales que dan a la calle
ella ve el tiempo pasar.
Desnuda mira su cuerpo
y ve que la infancia ha pasado ya.
Seguro que ya olvidaste,
hace mucho tiempo ya,
que en tu pecho había un fuego
que era el fuego de la juventud,
y ahora no eres más que hielo
enfriando ese vástago de mujer.
Suéltale la rienda a esa muchacha
que ya quiere vivir, que ya quiere volar,
que ya quiere reir, que ya quiere vivir.
Sueltale la rienda a esa muchacha
que ya quiere tener, una mano amiga
una boca vecina, un beso en una esquina,
y no le arranques más,
y no le robes más ese fuego
de juventud, de juventud.
"Todos los hombres son malos",
acostumbras a decir.
Quiero que sepas, mi amigo,
que el león juzga por su condición,
y que no es justo que ella
pague todo el daño que un día tú hiciste.
Prohibidas las amistades
que la puedan distraer.
¿No ves que sus dos amigas
son Soledad y Aburrimiento?
Lo peor es que ella es tan bella,
tiene tanto que ofrecer.
Suéltale la rienda a esa muchacha
que ya quiere vivir, que ya quiere volar,
que ya quiere reir, que ya quiere vivir.
Sueltale la rienda a esa muchacha
que ya quiere tener, una mano amiga
una boca vecina, un beso en una esquina,
y no le arranques más,
y no le robes más ese fuego
de juventud, de juventud
para apresar allí
la libertad de esa niña
que más bien ya es toda una mujer.
Cierras puertas y ventanas,
una fuga crees evitar.
No ves que por los cristales que dan a la calle
ella ve el tiempo pasar.
Desnuda mira su cuerpo
y ve que la infancia ha pasado ya.
Seguro que ya olvidaste,
hace mucho tiempo ya,
que en tu pecho había un fuego
que era el fuego de la juventud,
y ahora no eres más que hielo
enfriando ese vástago de mujer.
Suéltale la rienda a esa muchacha
que ya quiere vivir, que ya quiere volar,
que ya quiere reir, que ya quiere vivir.
Sueltale la rienda a esa muchacha
que ya quiere tener, una mano amiga
una boca vecina, un beso en una esquina,
y no le arranques más,
y no le robes más ese fuego
de juventud, de juventud.
"Todos los hombres son malos",
acostumbras a decir.
Quiero que sepas, mi amigo,
que el león juzga por su condición,
y que no es justo que ella
pague todo el daño que un día tú hiciste.
Prohibidas las amistades
que la puedan distraer.
¿No ves que sus dos amigas
son Soledad y Aburrimiento?
Lo peor es que ella es tan bella,
tiene tanto que ofrecer.
Suéltale la rienda a esa muchacha
que ya quiere vivir, que ya quiere volar,
que ya quiere reir, que ya quiere vivir.
Sueltale la rienda a esa muchacha
que ya quiere tener, una mano amiga
una boca vecina, un beso en una esquina,
y no le arranques más,
y no le robes más ese fuego
de juventud, de juventud