Al ahorro compulsivo le bautizaron prudencia
Al crédito le pusieron la etiqueta de libertad
El acaparamiento acabó siendo precaución
La usura tornó en astucia, es una ley natural
Esclavos, esclavos de una mísera ambición
Pisar el cuello al vecino le llamaron dos cojones
Y a la falta de prejuicios cubrieron de santidad
Al final todos se unieron y el círculo se fue a cerrar
Aunque dejan sus resquicios. ¡Tu puedes participar!
Esclavos, esclavos de una mísera ambición
La historia se escribió en masculino singular
Nació lo ético, lo práctico y lo legal
Se tachó de no rentable a la solidaridad
El trabajo acerca a Dios
Y Dios sin trabajar
Y las hambres
Se convierten
En un mal que no se puede evitar
Y las guerras
Se revelan
En recurso de lo más habitual
Llegaron otros tiempos en que alguien ya se planteó
Que era una locura, que podía haber riqueza para tos
Se rasgaron las vestiduras y pusieron cerco militar
Aplastando la cordura en nombre de la paz
Esclavos, esclavos de una mísera ambición
Al crédito le pusieron la etiqueta de libertad
El acaparamiento acabó siendo precaución
La usura tornó en astucia, es una ley natural
Esclavos, esclavos de una mísera ambición
Pisar el cuello al vecino le llamaron dos cojones
Y a la falta de prejuicios cubrieron de santidad
Al final todos se unieron y el círculo se fue a cerrar
Aunque dejan sus resquicios. ¡Tu puedes participar!
Esclavos, esclavos de una mísera ambición
La historia se escribió en masculino singular
Nació lo ético, lo práctico y lo legal
Se tachó de no rentable a la solidaridad
El trabajo acerca a Dios
Y Dios sin trabajar
Y las hambres
Se convierten
En un mal que no se puede evitar
Y las guerras
Se revelan
En recurso de lo más habitual
Llegaron otros tiempos en que alguien ya se planteó
Que era una locura, que podía haber riqueza para tos
Se rasgaron las vestiduras y pusieron cerco militar
Aplastando la cordura en nombre de la paz
Esclavos, esclavos de una mísera ambición