El coyuyo con su diana
va despertando toda la selva,
y el cacuy, por la mañana,
huye hasta que la noche vuelva.
Y muy de madrugada,
allá a lo lejos, se oye un cencerro,
es tuita la majada
que va dejando su chiquero.
Mañanitas loretanas,
llenas de vida y llenas de sol,
llenitas de colores,
dulce y sabrosa como el mistol...
llenitas de colores,
dulce y sabrosa como el mistol.
Al ruido de las "ushutas"
del monte vienen dos paisanitas,
balanceando las caderas
y entonando una vidalita.
También las lechiguanas
han despertado en el verde tunal,
y el canto de las hachas
hace estremecer el quebrachal.
Mañanitas loretanas,
llenas de vida y llenas de sol,
llenitas de colores,
dulce y sabrosa como el mistol...
llenitas de colores,
dulce y sabrosa como el mistol.
va despertando toda la selva,
y el cacuy, por la mañana,
huye hasta que la noche vuelva.
Y muy de madrugada,
allá a lo lejos, se oye un cencerro,
es tuita la majada
que va dejando su chiquero.
Mañanitas loretanas,
llenas de vida y llenas de sol,
llenitas de colores,
dulce y sabrosa como el mistol...
llenitas de colores,
dulce y sabrosa como el mistol.
Al ruido de las "ushutas"
del monte vienen dos paisanitas,
balanceando las caderas
y entonando una vidalita.
También las lechiguanas
han despertado en el verde tunal,
y el canto de las hachas
hace estremecer el quebrachal.
Mañanitas loretanas,
llenas de vida y llenas de sol,
llenitas de colores,
dulce y sabrosa como el mistol...
llenitas de colores,
dulce y sabrosa como el mistol.