Si por la Jujuy y la Plata
de noche empiezo a silbar,
esquina de mi Santiago,
la zamba más zamba
me vendrá a buscar.
Se llamaba Esquina al campo,
porque el campo allí cantor
y un sentir bien santiagueño
en manos rugosas,
velay, floreció.
Esquina al campo, como mistoles
eran las coplas armadas allí,
maduraban en verano
con un ciego al arpa
y otro al violín.
Refugio de musiqueros
sonora esquina que fue,
tan sólo de recordarte
mi canto despierta
y la calle también.
Viejos churos de mi pago,
de estilo humilde y gentil.
Sus arpas bordaron notas,
que aún guardan las coplas
zamberas de allí.
Esquina al campo, como mistoles
eran las coplas armadas allí,
maduraban en verano
con un ciego al arpa
y otro al violín.
de noche empiezo a silbar,
esquina de mi Santiago,
la zamba más zamba
me vendrá a buscar.
Se llamaba Esquina al campo,
porque el campo allí cantor
y un sentir bien santiagueño
en manos rugosas,
velay, floreció.
Esquina al campo, como mistoles
eran las coplas armadas allí,
maduraban en verano
con un ciego al arpa
y otro al violín.
Refugio de musiqueros
sonora esquina que fue,
tan sólo de recordarte
mi canto despierta
y la calle también.
Viejos churos de mi pago,
de estilo humilde y gentil.
Sus arpas bordaron notas,
que aún guardan las coplas
zamberas de allí.
Esquina al campo, como mistoles
eran las coplas armadas allí,
maduraban en verano
con un ciego al arpa
y otro al violín.