Niña, cuando yo muera
No llores sobre mi tumba,
cantame un lindo son ¡Ay, mamá!,
cántame la sandunga.
Lucero de la mañana,
El rey de todos los sones,
Canta la Martiniana: ¡Ay, mamá!,
Que arrulla los corazones.
No me llores, no, no me llores no;
porque si lloras yo peno,
en cambio si tú me cantas, mi vida,
yo siempre vivo, yo nunca muero.
En cambio si tú me cantas, mi vida,
yo siempre vivo, yo nunca muero.
Si quieres que no te olvide,
si quieres que te recuerde,
canta sones del alma, mamá,
música que no muere.
No me llores, no, no me llores no;
porque si lloras me muero,
en cambio si tú me cantas,
yo siempre vivo, y nunca muero.
En cambio si tú me cantas,
yo siempre vivo, yo nunca muero.
No llores sobre mi tumba,
cantame un lindo son ¡Ay, mamá!,
cántame la sandunga.
Lucero de la mañana,
El rey de todos los sones,
Canta la Martiniana: ¡Ay, mamá!,
Que arrulla los corazones.
No me llores, no, no me llores no;
porque si lloras yo peno,
en cambio si tú me cantas, mi vida,
yo siempre vivo, yo nunca muero.
En cambio si tú me cantas, mi vida,
yo siempre vivo, yo nunca muero.
Si quieres que no te olvide,
si quieres que te recuerde,
canta sones del alma, mamá,
música que no muere.
No me llores, no, no me llores no;
porque si lloras me muero,
en cambio si tú me cantas,
yo siempre vivo, y nunca muero.
En cambio si tú me cantas,
yo siempre vivo, yo nunca muero.