Entre el querer y no poder
la vida viene y va sin gran medida
y el tiempo pasa sin mirar
adonde ha de llegar el que camina.
¿Cómo saber si hay un lugar
en donde terminar
la travesía?
Ser o no ser no es la cuestión fundamental
porque soy hasta el final
una misma cosa,
pero me importa recobrar la ingenuidad
de poder recomenzar
y que el amor responda.
Una experiencia por fatal
no puede condenar la poesía,
ni tan siquiera relegar
lo más elemental: la fantasía.
¿Dónde está el sueño y dónde está
la propia realidad
que nos habitan?
Nunca se ha visto mariposa sin su flor,
ni una herida sin dolor,
ni corazón que esconda;
por eso en toda geografía lo esencial
es crear lo inhabitual
cuando la pasión desborda.
No hay mayor fuerza ni razón
que la que nace de tu corazón.
Cuando a lo lejos cielo y mar
son uno y mismo azul para la vista,
no importa mucho la versión,
que aquí dos cosas son, y muy distintas.
¡Porqué creer también es ver
que están por suceder
las maravillas!
Si aún no es posible unir la espera con el fin
y la historia por venir
no excita la ocurrencia,
dar tiempo al tiempo es una idea baladí
pues el futuro ya está aquí
con poca y gran urgencia.
la vida viene y va sin gran medida
y el tiempo pasa sin mirar
adonde ha de llegar el que camina.
¿Cómo saber si hay un lugar
en donde terminar
la travesía?
Ser o no ser no es la cuestión fundamental
porque soy hasta el final
una misma cosa,
pero me importa recobrar la ingenuidad
de poder recomenzar
y que el amor responda.
Una experiencia por fatal
no puede condenar la poesía,
ni tan siquiera relegar
lo más elemental: la fantasía.
¿Dónde está el sueño y dónde está
la propia realidad
que nos habitan?
Nunca se ha visto mariposa sin su flor,
ni una herida sin dolor,
ni corazón que esconda;
por eso en toda geografía lo esencial
es crear lo inhabitual
cuando la pasión desborda.
No hay mayor fuerza ni razón
que la que nace de tu corazón.
Cuando a lo lejos cielo y mar
son uno y mismo azul para la vista,
no importa mucho la versión,
que aquí dos cosas son, y muy distintas.
¡Porqué creer también es ver
que están por suceder
las maravillas!
Si aún no es posible unir la espera con el fin
y la historia por venir
no excita la ocurrencia,
dar tiempo al tiempo es una idea baladí
pues el futuro ya está aquí
con poca y gran urgencia.