No sabía que en el aire de los besos,
hay misterios y ventanas
que nos quedan por cerrar,
que hay goteras en los techos del pasado
que nos mojan las espaldas y nos dan para beber,
agua de esos ríos que abren paso a otros ríos,
y corrientes que se quedan sin un par.
No sabía que tomarte de la mano,
significa que el desierto puede ser como un cristal,
donde habitan los deseos de la carne,
los sudores del respiro y el volver a comenzar,
y está el agua de esos ríos que abren paso a otros ríos
y corrientes que se quedan sin un par.
Y es que al borde del abismo, me encontré con tu mirada
y eran santas tantas ganas que morí bajo tu cruz,
y el veneno de otros días fue quedando adormecido
en el extenso laberinto de tu cuello y tu collar.
No sabía que en los valles de tu abrazo,
me acurruco como un ángel para darme una vez más,
porque he estado en las tormentas de otros mares
desnudándome la boca y aferrándome al dolor,
y a las aguas y corrientes que abren paso a otros ríos
y corrientes que se quedan sin un par.
Y es que al borde del abismo, me encontré con tu mirada...
hay misterios y ventanas
que nos quedan por cerrar,
que hay goteras en los techos del pasado
que nos mojan las espaldas y nos dan para beber,
agua de esos ríos que abren paso a otros ríos,
y corrientes que se quedan sin un par.
No sabía que tomarte de la mano,
significa que el desierto puede ser como un cristal,
donde habitan los deseos de la carne,
los sudores del respiro y el volver a comenzar,
y está el agua de esos ríos que abren paso a otros ríos
y corrientes que se quedan sin un par.
Y es que al borde del abismo, me encontré con tu mirada
y eran santas tantas ganas que morí bajo tu cruz,
y el veneno de otros días fue quedando adormecido
en el extenso laberinto de tu cuello y tu collar.
No sabía que en los valles de tu abrazo,
me acurruco como un ángel para darme una vez más,
porque he estado en las tormentas de otros mares
desnudándome la boca y aferrándome al dolor,
y a las aguas y corrientes que abren paso a otros ríos
y corrientes que se quedan sin un par.
Y es que al borde del abismo, me encontré con tu mirada...