Tierra de olvido, ruleta imposible
el tiempo sigue apagando candela
quien quiere hoy ya mirarse a los ojos
quien quiere hoy descubrir las estrellas.
Qn el reloj las horas plegan alas
van las mujeres vestías de pena
mirada de luto gritándole al mundo
que venga paz y que paren las guerras.
Corre ve y dile, corre ve y dile.
Corre ve y dile, que el arma la tengo yo.
Corre y dile, corre ve y dile.
Corre y dile, que el arma la he enterrao yo.
Loca esperanza vela en cada esquina
tropas de angustia atacando al gigante
que bombardea rincones queridos
y desvanece la luz cada instante.
Cual poseídas tejen las mujeres
con hilo negro y adornos de encaje
tapiz de un niño que inocenteríe
entre granadas y ríos de sangre.
Corre ve y dile...
Que son dos días y otoños pasando, dice el carcelero
más hijos perdíos, paciencias vencías y rotos anhelos
de esperar que esta historia cambiara su final
y otras luces quedaran esta vez sin apagar.
Verdes vuelos, banderas que se niegan a ondear
insumisas, descaradas
plantan cara a la patria y al mismo general.
No están solas, la historia acompaña su verdad
no vale la pena, ninguna pena.
Corre ve y dile...
Pecho herido, esclavas de la entrega y el amor
recolectando ilusiones... siempre libre.
el tiempo sigue apagando candela
quien quiere hoy ya mirarse a los ojos
quien quiere hoy descubrir las estrellas.
Qn el reloj las horas plegan alas
van las mujeres vestías de pena
mirada de luto gritándole al mundo
que venga paz y que paren las guerras.
Corre ve y dile, corre ve y dile.
Corre ve y dile, que el arma la tengo yo.
Corre y dile, corre ve y dile.
Corre y dile, que el arma la he enterrao yo.
Loca esperanza vela en cada esquina
tropas de angustia atacando al gigante
que bombardea rincones queridos
y desvanece la luz cada instante.
Cual poseídas tejen las mujeres
con hilo negro y adornos de encaje
tapiz de un niño que inocenteríe
entre granadas y ríos de sangre.
Corre ve y dile...
Que son dos días y otoños pasando, dice el carcelero
más hijos perdíos, paciencias vencías y rotos anhelos
de esperar que esta historia cambiara su final
y otras luces quedaran esta vez sin apagar.
Verdes vuelos, banderas que se niegan a ondear
insumisas, descaradas
plantan cara a la patria y al mismo general.
No están solas, la historia acompaña su verdad
no vale la pena, ninguna pena.
Corre ve y dile...
Pecho herido, esclavas de la entrega y el amor
recolectando ilusiones... siempre libre.