Ni un consejo más. Ni palmadas en la espalda. No vendrás a decir mi voluntad sin usar
palabras que no se me hayan ocurrido a mí jamás. "Tiempo al tiempo", "espacio al
espacio": son divanes en los que nunca me voy a recostar. La impaciencia bebe con la
soledad. Les veo brindar por los efectos secundarios de la realidad. Algunas cosas nunca
se superan. Sólo supuran y se cuelan -afiladas- en las cajas -apiladas- de mi enésima
mudanza.
palabras que no se me hayan ocurrido a mí jamás. "Tiempo al tiempo", "espacio al
espacio": son divanes en los que nunca me voy a recostar. La impaciencia bebe con la
soledad. Les veo brindar por los efectos secundarios de la realidad. Algunas cosas nunca
se superan. Sólo supuran y se cuelan -afiladas- en las cajas -apiladas- de mi enésima
mudanza.