Ella es níquel, es canela. Sazón tremenda. Ella es magnética. Cosa fina y exquisita. Dura y maleable. De los árboles, de restaurante y brillo semejante al de la plata. De flores blancas y aromáticas. De gran pulimento y difícil de oxidar. Ni que venga de Ceilán. Ella es níquel, ella es canela.