Toda la ternura me darás . . .
si te ofrezco ser,
parte de tu cuerpo . . .
y ya al acariciarme me darás . . .
los espejos que son,
en tu día del alma . . .
Mientras oigo trinos voces, oigo más . . .
son aquellos,
los Dioses que nos escuchan . . .
no estoy atado a ningún sueño ya . . .
las habladurías del mundo,
no pueden atraparnos . . .
Veo las palabras nunca son . . .
la mejor para estar desnudos . . .
ni la anaconda es como el buey . . .
ya no hay más, reyes de la selva . . .
Toda la ternura me darás . . .
si te ofrezco ser,
parte de tu cuerpo . . .
no estoy atado a ningún sueño ya . . .
las habladurías del mundo . . .
no pueden atraparnos . . .
si te ofrezco ser,
parte de tu cuerpo . . .
y ya al acariciarme me darás . . .
los espejos que son,
en tu día del alma . . .
Mientras oigo trinos voces, oigo más . . .
son aquellos,
los Dioses que nos escuchan . . .
no estoy atado a ningún sueño ya . . .
las habladurías del mundo,
no pueden atraparnos . . .
Veo las palabras nunca son . . .
la mejor para estar desnudos . . .
ni la anaconda es como el buey . . .
ya no hay más, reyes de la selva . . .
Toda la ternura me darás . . .
si te ofrezco ser,
parte de tu cuerpo . . .
no estoy atado a ningún sueño ya . . .
las habladurías del mundo . . .
no pueden atraparnos . . .