El perfume de la flor de Cáctus
esconde detrás del buen olor
un veneno que te va matando
poco a poco de tanto dolor.
Con sus pétalos tan coloridos
te seducen y nublan la razón
y con sus espinas camufladas
luego te perfora el corazón.
Ni los brujos ni los cirujanos
tienen cura pa' este padecer
que te ahoga y que te quita el sueño
y que te despoja de tu sed.
Por adentro de sus venas verdes
lleva el cáctus sangre de verdad
al tomarla el alma se despierta
y alucina de felicidad.
Luego te visitan las serpientes
te levantan y te hacen volar
pero cuando salen por la boca
duele tanto que hay que vomitar.
Ni los brujos ni los cirujanos
tienen cura pa' este padecer
que te ahoga y que te quita el sueño
y que te despoja de tu sed.
Solo el tiempo hará que me acostumbre
a vivir con esta enfermedad
y así como quedan cicatrices
su recuerdo no me dejará
su recuerdo no me dejará
su recuerdo no me dejará.
esconde detrás del buen olor
un veneno que te va matando
poco a poco de tanto dolor.
Con sus pétalos tan coloridos
te seducen y nublan la razón
y con sus espinas camufladas
luego te perfora el corazón.
Ni los brujos ni los cirujanos
tienen cura pa' este padecer
que te ahoga y que te quita el sueño
y que te despoja de tu sed.
Por adentro de sus venas verdes
lleva el cáctus sangre de verdad
al tomarla el alma se despierta
y alucina de felicidad.
Luego te visitan las serpientes
te levantan y te hacen volar
pero cuando salen por la boca
duele tanto que hay que vomitar.
Ni los brujos ni los cirujanos
tienen cura pa' este padecer
que te ahoga y que te quita el sueño
y que te despoja de tu sed.
Solo el tiempo hará que me acostumbre
a vivir con esta enfermedad
y así como quedan cicatrices
su recuerdo no me dejará
su recuerdo no me dejará
su recuerdo no me dejará.